El calcio es uno de los principales componentes de los huesos, y la vitamina D es una de las principales ayudas para que el cuerpo pueda absorber este mineral. La deficiencia de esta vitamina podría conducir a la pérdida de densidad ósea, causando fracturas y osteoporosis.

Además de ayudar a nuestros huesos, la vitamina D tiene un rol importante en el sistema nervioso, muscular e inmunitario de los seres humanos, cobrando una relevancia importante para nuestra salud.

Para recuperar la densidad ósea que se ha perdido hay varias maneras de obtenerla de nueva cuenta; la primera de ellas es a través de la piel, ya que, de manera natural, el cuerpo produce vitamina D cuando es expuesta al sol, aunque una larga exposición podría traernos otros problemas.

La segunda forma es a través de la comida, ya que algunos alimentos contienen esta vitamina de forma orgánica, por lo que, incluyéndola en tus tres comidas diarias ayudaría a tus huesos. Algunos de ellos son los pescados grasos, queso, hongos y la yema del huevo.

La leche, los cereales de desayuno, el jugo de naranja, y otros productos derivados de los lácteos como el yogur y las bebidas de soya podrían ayudarnos también.

La tercer forma de obtener esa densidad en los huesos de vuelta es con suplementos de vitamina D, la cual llega al organismo de manera procesada para poder incorporarse.

Vitamina D que necesita una persona

Las cantidades varían dependiendo de las edades, pero de acuerdo con datos de la Biblioteca Nacional de Medicina, estas son las recomendaciones:

- Nacimiento hasta 12 meses: 400 UI

- Niños entre uno y 13 años: 600 UI

- Adolescentes entre 14 y 18 años: 600 UI

- Adultos de 19 a 70 años: 600 UI

- Adultos mayores de 71 años: 800 UI

- Mujeres embarazadas y lactando: 600 UI

JAP