Adiós plagas
El magnífico fungicida casero que elimina los hongos de tu limonero en 15 días
Gracias a este truco de jardinería, tu árbol frutal estará libre de hongos.El limonero es de las plantas frutales más codiciadas, ya que su fruto, el limón, tiene un amplio beneficio: desde recetas culinarias hasta trucos caseros para limpiar superficies del hogar, todo podemos hacer con él. Pero para aprovechar de sus beneficios, debemos saber cuidar el árbol, más todavía cuando es amenazado por hongos. Para ello, a continuación, te revelaremos cómo preparar un magnífico fungicida casero de pocos ingredientes.
Para saber si tu limonero tiene hongos, expertos en jardinería recomiendan revisar sus hojas. La presencia de estas plagas generalmente las podemos notar cuando aparecen manchas de diversos colores y tamaños en las hojas, que pueden causar su decoloración, marchitamiento y caída prematura. Además, los hongos pueden atacar los frutos en diferentes etapas de desarrollo, causando su pudrición, deformaciones y caída, por lo que si notas limones feos, tu planta estará afectada por la plaga.
¿Cómo eliminar los hongos del limonero?
El fungicida casero que nos ayudará a eliminar la plaga de hongos de nuestro limonero estará elaborado con ajo, canela y agua.
El primer paso para este truco de jardinería consistirá en buscar dos cabezas de ajo y machacarlos, agregando 1 litro de agua destilada. Realizado esto, será momento de dejar reposar esta mezcla por un día. Transcurrido el tiempo, debemos añadir 2 cucharadas de canela en polvo y colocar en un recipiente apto para estufa. Cocinaremos y dejaremos hervir durante 20 minutos, a fuego bajo. Después colaremos la preparación y mezclaremos con otro litro de agua.
A continuación, debes colocar la mezcla en un recipiente pulverizador y rociar las hojas del limonero que se vean afectadas por la plaga. Colocaremos este fungicida casero cada 3 días para proteger la planta de futuras infecciones o todos los días para eliminar los hongos que todavía persistan. Lo único a tener en cuenta reside en que, tras usar el fungicida, no podremos reservar lo que nos sobre y debemos hacer una preparación nueva.