Cómo y dónde debes guardar el ajo para que te dure más de 1 semana

El ajo es un componente clave en numerosas gastronomías globales, pero para sacar el máximo provecho de su gusto y evitar que se deterioro pronto, es importante guardarlo correctamente. Aunque es un alimento que puede mantenerse en buen estado durante un tiempo prolongado, hay técnicas que pueden prolongar su frescura y sabor más allá de una semana.

Primero que nada, es crucial dónde guardes el ajo. Debe almacenarse en un sitio fresco, seco y sin luz. Lo mejor es que el lugar tenga buena circulación de aire, ya que así se evita que la humedad se acumule, lo que podría causar moho o descomposición. Un armario o una alacena, siempre que no esté expuesto a la luz solar directa ni a calor, es perfecto.

Es esencial evitar guardar el ajo en el refrigerador si es ajo fresco o bulbos completos. Enfriar el ajo puede hacer que brote y se formen pequeños brotes, lo cual cambia su sabor y textura. No obstante, si has utilizado parte del bulbo y solo quedan algunos dientes, puedes conservarlos en un envase cerrado dentro del refrigerador para prolongar su frescura.

El ajo debe guardarse entero y sin pelar hasta que lo vayas a usar. Cuando lo peles o cortes, es ideal usarlo en una semana para mantener su frescura. Si necesitas conservar ajo pelado, ponlo en un recipiente cerrado en el refrigerador, donde puede durar hasta 10 días.

Otra opción es conservar el ajo en aceite, pero este método requiere precaución. El ajo en aceite debe mantenerse en refrigeración para evitar el riesgo de botulismo, una enfermedad grave que puede desarrollarse en condiciones anaeróbicas. Una alternativa es guardar el ajo en aceite, pero este método necesita cuidado. El ajo en aceite debe almacenarse en el refrigerador para prevenir el riesgo de botulismo, una enfermedad seria que puede aparecer en ambientes sin oxígeno.