Libra: si naciste entre el 22 de septiembre y el 22 de octubre, conoce cómo es tu personalidad

Si naciste entre el 22 de septiembre y el 22 de octubre, eres del signo de Libra. Un signo que tiene un sinfín de características, de puntos a favor, también en contra, por lo que para entender un poco más de su personalidad vamos a desglosar algunos puntos clave para que conozcan algo más del séptimo signo del zodíaco.

Al ser un signo de aire, tienen la capacidad de moverse con fluidez a través de conexiones sociales. Esto también lo hace curiosos y con el deseo de explorar diferentes puntos de vista. En todo momento intentan generar ambientes de paz en su entorno, como también en sus relaciones y es uno de los cuatro signos que marcan el inicio de una estación, por lo que es cardinal. 

Son también denominados los mediadores del zodiaco, tienen como planeta regente a Venus, por lo que intentan ser agradables estéticamente y tienen un amor especial por el arte. La influencia de este planeta hace, además que busquen concretar relaciones armónicas y mantener el equilibrio emocional en sus vínculos.

Libra está simbolizado por la balanza de la justicia, un emblema vinculado a la diosa Astrea, la virgen de la justicia en la mitología romana y griega, quien se creía que había vivido entre los humanos durante la Edad de Oro. Este símbolo representa el anhelo de justicia y equidad en todos los aspectos de la vida.

En cuanto a su compatibilidad, Géminis y Acuario comparten el deseo de armonía con Libra, como también la necesidad de una comunicación fluida. También suele tener buenas relaciones con Leo y Sagitario, signos de fuego que aportan pasión y aventura.

Virtudes

• Su diplomacia
• Su capacidad para mantener la paz
• Su don para resolver conflictos de manera justa.
• Son personas encantadoras, amigables y generalmente muy queridas por su entorno.

Defectos

• La indecisión.
• Pueden pasar demasiado tiempo evaluando opciones antes de tomar una decisión.
• Su deseo de evitar el conflicto a toda costa puede llevarles a reprimir sus propios deseos y necesidades.