Ni una semana ni un mes: este es el tiempo exacto que deben descansar tus uñas después de un esmaltado semipermanente

El cuidado de las uñas se convirtió en un ritual imprescindible dentro de la rutina de belleza. La manicura es mucho más que estética: refleja salud, higiene y dedicación. Entre las opciones más populares está el esmaltado semipermanente, conocido por su acabado impecable y durabilidad, lo que permite tener las uñas perfectas durante varias semanas. Sin embargo, muchas personas desconocen que este tipo de técnica, si se realiza de forma continua sin pausas, puede afectar la salud de las uñas de manera considerable.

El esmaltado semipermanente es ideal para quienes buscan mantener sus manos arregladas sin necesidad de retoques constantes. Esta técnica se caracteriza por el uso de esmaltes especiales que se fijan bajo lámparas LED o UV, logrando una duración de hasta tres semanas. Pero esta resistencia tiene un precio: la exposición repetida a estos procedimientos puede debilitar la uña natural, provocar deshidratación e incluso fomentar la aparición de grietas y estrías en la superficie de la lámina ungueal.

Manicura semipermanente: ¿por qué es importante dejar descansar las uñas?

Aunque el esmaltado semipermanente es seguro si se realiza correctamente, lo recomendable es permitir que las uñas respiren entre aplicación y aplicación. El desgaste que sufre la uña durante el limado previo, la exposición a productos químicos y la falta de hidratación natural pueden derivar en uñas más delgadas y quebradizas. Por ello, es fundamental darles un tiempo de recuperación antes de volver a aplicar otro semipermanente.

¿Cuánto tiempo se debe dejar descansar las uñas después de un semipermanente?

Los especialistas sugieren que el descanso ideal después de retirar un esmaltado semipermanente es de dos semanas. Ni una semana, que podría ser insuficiente para su regeneración, ni un mes, que podría no ser necesario en la mayoría de los casos. Durante este tiempo, la uña natural se fortalece y recupera su hidratación y grosor natural.

Para potenciar este descanso, es clave adoptar ciertos hábitos:

• Aplicar aceites nutritivos, como el de almendras o jojoba, en la cutícula y la uña.
• Mantener las manos hidratadas con cremas específicas para uñas frágiles.
• Evitar el uso de removedores agresivos o limados innecesarios durante este período.

El descanso después de un semipermanente no sólo previene daños a largo plazo, sino que también mejora la apariencia de las uñas para futuras aplicaciones. Una uña saludable retiene mejor el esmalte y garantiza un acabado más uniforme y duradero.