Telefonía

Multinacional de Telecomunicaciones confirmó una pésima noticia en Colombia

La salida de una firma clave, la caída de un acuerdo y un millonario impago se suman a la crisis que sacude al sector de las telecomunicaciones en el país.
miércoles, 23 de abril de 2025 · 19:45

En medio de un panorama cada vez más incierto para el sector de telecomunicaciones en Colombia, una multinacional ha confirmado una serie de decisiones que golpean de lleno a la industria y encienden alarmas en el Gobierno. La compañía española Telefónica, controladora de Movistar, anunció que congelará las negociaciones para vender su operación local a Millicom, empresa matriz de Tigo. La decisión obedece a múltiples factores, entre ellos la inestabilidad regulatoria, las millonarias deudas en el sector y los recientes fracasos comerciales que han generado un clima de alta desconfianza entre los inversionistas.

Se cae la venta de Movistar y se intensifica la incertidumbre

Teleoperación. Fuente: Canva

Varios analistas consideraban que la posible unión entre Tigo y Movistar podría ser una solución frente al desorden del sector. No obstante, después de muchas reuniones, el acuerdo no logró avanzar. Representantes de la compañía Telefónica mencionaron que "no hay condiciones claras para seguir", en alusión a una deuda de más de 70 millones de dólares que dejó pendiente la empresa brasileña Telecall, la cual incumplió sus obligaciones con el gobierno colombiano.

El panorama empeora con la salida oficial de Ufinet, una firma con presencia en varios países que planeaba comprar parte de la red de cables de Azteca Comunicaciones. Aunque ya se habían firmado documentos preliminares, Ufinet decidió retirarse del trato por dudas legales y técnicas. Esta resolución complica aún más los planes de llevar conexión a internet a zonas alejadas, una meta clave del Estado.

WOM resiste, pero el mercado no respira

Compañía telefónica. Fuente: Canva

Aunque el panorama general es sombrío, la empresa WOM logró renegociar su deuda y continuará operando en Colombia tras haberse declarado en quiebra en 2024. Gracias a una alianza estratégica con inversionistas locales, la compañía evitó su salida del país y mantendrá sus servicios activos mientras implementa un plan de reestructuración. No obstante, su situación sigue siendo delicada.

El impacto acumulado de estas decisiones afecta directamente a millones de usuarios, especialmente en regiones apartadas, donde la conectividad aún depende de proyectos en desarrollo. Mientras tanto, el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones enfrenta crecientes presiones para garantizar la sostenibilidad del sector y evitar un colapso de servicios esenciales. El mercado exige respuestas rápidas y estructurales.