Mascota

Qué significa que tu gato comience a correr por las noches, según expertos veterinarios

Los felinos domésticos a veces parecen locos a medianoche. Veterinarios explican por qué sucede esto y cómo manejar esa energía nocturna sin perder la paciencia
miércoles, 30 de abril de 2025 · 20:15

Si alguna vez te despertaste a las tres de la mañana por un estruendo misterioso y descubriste a tu gato corriendo como si estuviera en una carrera olímpica, no estás solo. Este comportamiento, que parece sacado de una película de acción felina, tiene una explicación científica y también emocional. Aunque puede parecer extraño, es una parte normal de la vida gatuna, tiene nombre,  zoomies, como le llaman algunos expertos.

Instinto cazador y energía acumulada

Vida gatuna. Fuente: Canva

Estos momentos de hiperactividad se relacionan con la naturaleza cazadora que aún mantienen los gatos. Aunque vivan en espacios cerrados y reciban una dieta preparada, conservan una especie de “alarma interna” que les indica que las horas nocturnas son ideales para buscar "víctimas", aunque sean simples sombras o movimientos bajo una manta.

Además, durante la jornada, suelen descansar por períodos prolongados, sobre todo si no tienen compañía. Esa falta de movimiento hace que acumulen energía, la cual liberan después del anochecer mediante brincos, carreras y juegos que parecen parte de una cacería invisible. “De esa manera se desahogan”.

Cómo ayudarlos y ayudarte a dormir

Macotas intensas. Fuente: Canva

Si bien esta forma de actuar no representa un riesgo ni es dañina, puede resultar fastidiosa para las personas. Por eso, muchos expertos en animales aconsejan pasar al menos un cuarto de hora antes de acostarse jugando con el minino usando varitas con cintas o pelotitas suaves. Este hábito por las noches le permite gastar energía de manera tranquila y evita que empiece a saltar sobre tus muebles en plena madrugada.

También es importante observar su ambiente, un gato sin cosas que hacer puede volverse muy activo. Es bueno que cuente con lugares para rascar, zonas altas para explorar y distracciones como una vista al jardín o la calle. En situaciones más complicadas, hay profesionales que recomiendan hablar con un especialista en comportamiento felino para verificar si hay signos de nervios o malestar.

Al final de la jornada, ese comportamiento extraño suele ser simplemente una forma de moverse que viene con su naturaleza. Con algo de tiempo y diversión compartida, es posible conseguir una noche tranquila, al menos hasta que vuelva a empezar la maratón de pasillos.