Receta
En simples pasos; prepara estos muffins saludables y deliciosos de avena y manzana
Perfectos para comenzar el día o disfrutar en la tarde, estos pastelitos mezclan lo sano de los cereales con el dulzor propio de la fruta.Si estás en busca de algo rico y al mismo tiempo beneficioso para el cuerpo, los bocaditos de avena con manzana son una excelente alternativa. No requieren mucha experiencia para hacerlos, y ofrecen energía, buena digestión y un gusto agradable. También son una buena opción si querés evitar productos con harinas blancas o endulzantes artificiales sin dejar de lado lo rico. Ya sea que los comas con una infusión, un café o como tentempié, esta preparación casera va a transformarse en una de tus favoritas.
Para empezar, necesitaremos los siguientes ingredientes (para 10 a 12 muffins):

- 2 manzanas medianas (preferentemente rojas o verdes, según tu gusto)
- 2 huevos
- 1 taza de avena arrollada
- 1/2 taza de harina integral
- 1/2 taza de yogur natural sin azúcar
- 1/4 taza de aceite vegetal (puede ser de coco o girasol)
- 1/3 taza de miel o sirope natural (opcional)
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- 1/2 cucharadita de canela
Ahora que ya tenemos lo necesario, pasamos a la etapa de preparación:

Paso uno: Enciende el horno y pon en 180 grados. Usa moldes de papel en una bandeja para magdalenas o unta un poco de manteca o aceite para que no se pegue. Raspa una fruta con piel y corta la otra en trocitos. Guárdalas a un lado.
Paso dos: En un recipiente grande, uní los huevos con yogur, aceite vegetal, endulzante natural y un toque de esencia. Revuelve bien hasta que se vea parejo. Después suma los ingredientes secos: copos de avena, harina común, levadura en polvo, especia molida y un poquito de sal. Mezcla con cuidado, sin revolver de más. Añadí los pedacitos y la fruta rallada. También puedes ponerle frutos secos o uvas pasas si quieres.
Paso tres: Repartí la masa en los espacios del molde, sin llegar hasta arriba; deja un poco libre. Ponlo en el horno por unos 20 o 25 minutos, o hasta que al pinchar con algo fino no quede húmedo. Espera que se enfríen antes de sacarlos y servirlos.
Puedes guardar estos pastelitos en un tupper bien cerrado por hasta 72 horas, o meterlos al congelador y tenerlos listos por unos quince días. ¡No dudes en hacerlos y deja a todos con la boca abierta con una alternativa hecha en casa, sabrosa y buena para vos!