Cada primero de mes, pero especialmente el 1 de mayo, miles de personas en todo el mundo aprovechan la energía de renovación que trae este día para realizar un sencillo pero poderoso ritual de canela. Asociada ancestralmente con la abundancia, esta especia se convierte en una herramienta espiritual para quienes buscan atraer oportunidades económicas, liberar bloqueos financieros y abrir caminos de prosperidad. La clave está en cómo, cuándo y cuánta canela utilizar.

¿Por qué la canela y por qué el 1 de mayo?

Desde tiempos remotos, la canela ha sido vista como algo valioso y especial, no solo por su olor dulce y reconfortante, sino también porque era muy buscada en el comercio por los pueblos antiguos. Actualmente, muchas personas la usan en prácticas espirituales que buscan atraer buenas energías. El primer día de mayo también representa el comienzo de una nueva etapa para varias tradiciones, un punto de partida ideal para expresar deseos y metas con claridad.

Para conectarse con esta fuerza renovadora, es importante realizar el ritual en las primeras horas del día. Hay que poner tres cucharadas grandes de canela molida en la mano derecha, situarse en la puerta principal de la vivienda y, antes de soplarla hacia el interior, decir en voz alta: “La riqueza entra en este lugar, la buena suerte permanece, el dinero llega fácilmente”. Esta acción pretende llenar cada rincón del hogar con una energía que favorece la estabilidad financiera.

Recomendaciones y energías que acompañan el ritual

No se trata solamente de lanzar un poco de canela y esperar que todo cambie por arte de magia. Esta costumbre funciona como un mensaje hacia lo invisible, pero también como una forma de recordarnos lo que queremos. Por eso, es importante hacerlo en un lugar ordenado, tranquilo o con melodías suaves, y acompañarlo con pensamientos optimistas. No alcanza con querer atraer riqueza; también hay que visualizarla moviéndose y siendo usada con inteligencia.

Después de esparcir la canela, conviene no limpiar ni pasar trapos por al menos un día completo. La intención es que ese polvo aromático siga presente en el aire para continuar generando buena energía. Como ayuda extra, se puede encender una luz dorada o verde en el sitio principal de la casa ese mismo día. En resumen, este hábito no es un hechizo, sino una forma de acercarnos a lo que realmente anhelamos.