Mascota

Toma asiento antes de conocer de cuánto es la millonaria multa por dejar a un gato suelto en un conjunto residencial

Dueños de gatos enfrentan duras sanciones por permitir que sus mascotas anden libres en zonas comunes. La norma busca proteger a vecinos y animales
martes, 6 de mayo de 2025 · 22:00

En Colombia, tener un gato como mascota ya no es solo cuestión de cariño y croquetas. Una reciente reglamentación está dando de qué hablar en conjuntos residenciales: quienes dejen circular a sus felinos por áreas comunes podrían recibir una multa que supera los 3 millones de pesos. Sí, leíste bien. Aunque suene exagerado, esta medida responde a múltiples quejas de residentes, accidentes e incluso ataques a otras mascotas que, según las autoridades, se han vuelto más frecuentes de lo que muchos imaginan.

Los gatos no son tan libres como se pensaba

Macota. Fuente: Canva

Hasta hace un tiempo, ver a un gato caminando por jardines o descansando en muros ajenos parecía algo sin mayor importancia. Sin embargo, varios encargados de edificios y residentes han reportado actitudes violentas, daños en las plantas, excrementos en áreas de juego infantil e incluso enfrentamientos entre mascotas. Frente a esta situación, la Superintendencia de Industria y Comercio, junto con la Policía Ambiental, estableció una multa que puede llegar a los $3.936.320 si se comprueba repetición de la falta o desinterés del dueño.

La regulación establece que los gatos deben permanecer dentro de las viviendas o, en caso de salir, hacerlo con correa y bajo supervisión. Permitir que el felino deambule sin control ya no está permitido. Según representantes de algunos complejos residenciales, esta disposición también busca cuidar a los propios animales, ya que pueden toparse con perros, vehículos o exponerse a enfermedades propias de la calle.

La convivencia en riesgo y las soluciones en debate

Gato suelto. Fuente: Canva

El asunto ha provocado un intenso intercambio de opiniones entre quienes adoran a los felinos y los encargados de la administración de edificios. Algunos consideran que se trata de una medida exagerada, mientras que otros celebran la implementación de normas precisas. “Es absurdo no poder dejar la ventana abierta porque el gato del vecino entra a mi vivienda”, comentó Mariela Duarte, habitante de un conjunto residencial en Bogotá. Por otro lado, hay quienes creen que se está castigando un comportamiento propio de la especie.

Para evitar multas, muchos dueños ya buscan soluciones: desde instalar redes de protección en terrazas hasta utilizar arneses diseñados especialmente para gatos. Lo cierto es que esta disposición traerá nuevas pautas de convivencia entre los residentes. Aquellos que decidan no acatarla enfrentarán las consecuencias... en sentido literal.