Cuánto es el monto máximo de la cuota alimentaria por 3 hijos en Colombia en 2025

En el territorio colombiano, los progenitores que ya no comparten hogar con sus hijos luego de una ruptura están en la obligación legal de brindar un sustento económico. Este respaldo financiero no se limita únicamente a los alimentos, sino que también abarca aspectos como atención médica, formación académica, vestimenta y actividades de esparcimiento. Este compromiso puede establecerse de forma consensuada entre las partes, a través de un proceso de conciliación, o ser impuesto por una autoridad judicial especializada en familia o por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).

Cómo se calcula la cuota por tres hijos

El monto que debe aportar un padre o madre por concepto de manutención no es igual para todos, ya que depende directamente de su capacidad económica. No obstante, existe un punto de partida compartido: se utiliza el salario mínimo mensual legal vigente como parámetro base (en 2025, esa cifra es de $1.423.500). A partir de ese valor, la legislación permite fijar como tope el 50?%, lo cual equivale a $711.750 cada mes.

Ese porcentaje máximo se divide equitativamente entre todos los hijos beneficiarios. Si se trata de tres niños, el juez puede ordenar que a cada uno le corresponda hasta $237.250, siempre que se imponga el porcentaje mayor permitido. No obstante, también es posible que se determine un porcentaje inferior, como el 35?% del salario mínimo. En ese caso, el total sería de $568.225 al mes, lo que se traduce en $189.408 para cada hijo.

Factores que se tienen en cuenta

La suma que debe aportarse por concepto de manutención infantil no se define de manera aleatoria. Las entidades competentes examinan diversos factores antes de establecer un valor concreto. Por un lado, se revisan los ingresos económicos y los bienes del individuo que debe asumir el compromiso. También se toma en cuenta si dicha persona tiene otros compromisos familiares, como mantener a más hijos, padres o una pareja actual.

A su vez, se hace un análisis de lo que realmente requieren los niños o niñas en su día a día: alimentación adecuada, atención en salud, acceso a la educación, espacios de juego y ropa. Incluso si quien debe responder no cuenta con un empleo con contrato legal, el cálculo igualmente se hace sobre el salario mínimo establecido.

Del mismo modo, si el hombre ha aceptado la paternidad durante el embarazo, debe cubrir los gastos relacionados con la gestación y el nacimiento. Y si en el futuro se presentan cambios importantes, cualquiera de las partes puede pedir que se revise el valor de la cuota, ya sea ante el ICBF o mediante una solicitud judicial.

En situaciones donde surjan diferencias entre los involucrados o donde varíen las condiciones económicas tanto del responsable como de los menores, existe la opción de solicitar un ajuste en la cuota. Este proceso puede iniciarse ante el ICBF o, en caso de no haber acuerdo, llevarse ante un juez. Mientras se llega a una decisión final, el aporte anterior sigue siendo obligatorio.