Astrología: ¿por qué el 24 de junio es el día más feliz del año?

Cada año trae instantes únicos desde el universo, pero el 24 de junio de 2025 destacó por encima del resto. La razón, según los astrólogos, fue un evento llamado “cazimi”, una alineación exacta entre el Sol y Júpiter que sucede una vez por año. En esta ocasión, ocurrió en Cáncer, signo que potencia las emociones, el bienestar interior y las bendiciones materiales.

¿Qué es el cazimi y por qué trae buena suerte?

La palabra “cazimi”, con origen en la lengua árabe, se traduce como “dentro del corazón solar”. En el universo astrológico, este fenómeno ocurre cuando un astro se posiciona a menos de un grado del Sol, intensificando su influencia. Este 2025, el planeta protagonista fue Júpiter, relacionado con la expansión, la esperanza y los ideales.

Cuando este coloso celeste se encuentra tan cerca del Sol, representación del ser y la energía vital, se activa una etapa de optimismo, transformación y avance personal. Lo más destacado es que este evento tuvo lugar en Cáncer, un signo donde Júpiter se fortalece y expresa al máximo cualidades como el cuidado, la nobleza y el desarrollo interno.

Energía para sanar, conectar y atraer bendiciones

Cáncer está vinculado con el entorno familiar, los sentimientos sinceros y la conexión emocional. Esta conjunción fue propicia para sanar vínculos, renovar el ánimo y proyectar intenciones desde el afecto. Fue un instante clave para enfocarse en lo esencial y abrir espacio a nuevos comienzos desde el alma.

Reda Wigle, astróloga, sugirió ciertas prácticas simbólicas para aprovechar esta fase: montar un espacio dedicado a Júpiter con tonalidades azuladas y doradas, anotar cuatro anhelos o encender la misma cantidad de velas (el 4 se asocia con Júpiter), meditar al mediodía imaginando tu existencia ideal y disfrutar momentos con personas queridas como gesto de amor y agradecimiento.

El 24 de junio marcó un punto especial. Para quienes siguen la astrología, fue una fecha con energía potente para atraer bienestar interior y desarrollo espiritual. Un recordatorio de que la fortuna auténtica nace desde lo profundo.