Ni francesas ni animal print: el diseño de manicura “Gingham nails” que arrasa en tendencias

Los diseños de manicura no paran de sorprender y las Gingham Nails se posicionan como una de las tendencias más originales del año. Inspiradas en un estampado clásico y romántico, estas uñas llaman la atención por su delicadeza, su aire vintage y su toque de color justo.

Un clásico textil que ahora se luce en las uñas

El estampado gingham, que antes asociábamos a manteles, vestidos o camisas retro, ahora es el protagonista de una manicura que derrocha estilo. La clave está en reproducir sobre la uña esas líneas cruzadas horizontales y verticales, generalmente en blanco y sobre un fondo pastel o vibrante. El resultado es una estética limpia, armoniosa y muy chic, ideal para quienes buscan destacar sin caer en lo exagerado.

Diseño de manicura versátil y para todos los gustos

Una de las razones por las que este diseño de manicura está ganando terreno es su capacidad de adaptarse a distintos estilos personales. Desde lo romántico hasta lo rockero, el estampado gingham tiene múltiples versiones, y eso lo vuelve irresistible para quienes se arreglan las uñas con frecuencia. Además, su acabado pulido permite que se mantenga impecable por más tiempo.

Algunas variantes populares son:

• Gingham pastel: tonos suaves como rosa, lila o verde menta con líneas blancas.
• Gingham blanco y negro: ideal para looks más urbanos y contrastantes.
• Gingham multicolor: cada uña de un tono diferente pero con el mismo patrón.

Aunque parece sencillo, lograr el patrón gingham con precisión requiere algo de práctica o la ayuda de una buena manicurista. El truco está en el pulso y la elección de la paleta de colores, que debe equilibrarse con el outfit o el estilo general. Para un acabado profesional, se recomienda usar pinceles finos. Además de un top coat con brillo para sellar.

Ya sea para una cita romántica, una salida informal o simplemente para darle un toque especial a tus manos del día a día, el diseño de manicura gingham se presenta como una opción que marca diferencia sin exagerar. Porque en 2025, las uñas no solo se pintan: cuentan historias.