Decoración sustentable

No botes los vasos rayados o viejos, podrían ser un tesoro para la decoración de interiores

El reciclaje creativo permite reutilizar vasos de vidrio rotos o rayados para llenar de calidez tu hogar con una idea simple, económica y ecológica.
lunes, 30 de junio de 2025 · 16:08

Reutilizar lo que parece inservible puede cambiar por completo la estética de un ambiente. En lugar de desechar los vasos de vidrio rotos o rayados, puedes convertirlos en piezas decorativas únicas que además aporten calidez y aroma a tu hogar. Esta propuesta se alinea con las prácticas del reciclaje consciente y el DIY.

Dale una nueva vida a los vasos de vidrio

A diferencia de otros materiales, el vidrio puede reciclarse indefinidamente sin perder sus cualidades. Reutilizar vasos que ya no sirven para beber puede ayudarte a renovar espacios sin invertir grandes sumas. Una de las formas más originales es transformarlos en velas aromáticas, ideales para decorar, regalar o vender.

Paso a paso para reciclar vasos rayados y crear velas

La técnica es simple y accesible. Primero, decora el vaso pintándolo con acrílicos, usando esténciles o cintas si buscas líneas más definidas. Una vez seco, aplica laca vitral como sellador y barniz, lo que mejora su durabilidad y lo protege del calor. Este paso convierte cada pieza en un objeto artístico y funcional.

Luego, prepara la vela:

  • Llena el vaso con agua hasta el nivel deseado.
  • Pesa el agua para saber cuánta cera necesitas.
  • Derrite la cera a baño maría (70–80?°C), deja enfriar a 55–60?°C y agrega esencias.
  • Coloca una mecha centrada y vierte la cera templada.
  • No muevas el vaso mientras se enfría para evitar grietas.

El resultado es más que una vela

Una vez sólida, puedes sumar detalles como tapas de madera, cintas decorativas o etiquetas con el nombre de la fragancia. Estas velas no sólo embellecen tu casa, también pueden formar parte de un emprendimiento. Son perfectas para vender en redes sociales o ferias artesanales.

Este tipo de reciclaje tiene un impacto más allá de lo estético. Promueve el desarrollo de habilidades manuales y el diseño aplicado, además de ser una actividad educativa que puedes compartir con niños o en talleres. El vidrio reciclado deja de ser residuo y se convierte en una experiencia creativa.