Trágico
Esta es la historia de la Toma de Mitú donde asesinaron a 11 civiles, 40 uniformados y secuestraron a 61 policías
Dentro de los hechos ocurridos del conflicto armado, lo sucedido en Mitú fue uno de los que más conmoción causó.Hace poco más de dos décadas ocurrió uno de los episodios más dolorosos dentro del conflicto armado en Colombia con la toma de Mitú, capital del departamento de Vaupés en donde según el ejército Nacional 2 mil guerrilleros de las extintas Farc tomaron esa población en noviembre del año 1998.
En la intrusión del grupo murieron 11 civiles, 24 militares y 16 policías, además, de esta misma institución, fueron privados de su libertad 61 miembros, incluso, algunos de ellos, a más de de una década del suceso se mantuvieron en cautiverio como es el caso del general Luis Herlindo Mendieta, rescatado tras un operativo militar en 2010.
El general Mendieta no fue el único, pues también se conoció el caso del coronel Julián Ernesto Guevara quien murió en las selvas de Putumayo en 2006 luego de que las Farc prefirieron que muriera en malas condiciones a pesar de hubo intentos por parte de organizaciones humanitarias para que fuera liberado.
Dentro de todo lo ocurrido en la capital del Departamento de Vaupés, también hubo casos de esperanza, pues uno de los sobrevivientes de la toma por parte de los subversivos fue el sargento mayor César Lasso, quien contó que su grupo era muy reducido en comparación de los guerrilleros; solo 70 policías tuvieron que enfrentarse a miles de contrario, datos recogidos por el Centro Nacional de Memoria Histórica.
Lasso narró que se notificó a la Capital, Villavicencio y los mandos superiores el número de hombres con los que contaban, entre los que también estaban 30 bachilleres, sin embargo éstos no tenían instrucciones militares, por lo que su desventaja era de consideración.
Tanto el sub oficial, como el sargento José Librado Forero son dos de los uniformados que más años estuvieron secuestrados; el primero de ellos permaneció 13 años y cinco meses bajó el dominio de la extinta guerrilla, mientras que el segundo padeció 12 años privado de su libertad.
En 2016 Lasso contó que las nuevas generaciones deben tener presente lo ocurrido para que las futuras trasformaciones de la nación no ocurra por la fuerza, sino por medio del diálogo para que todos obtengan beneficios.
AG