Fiscalía detiene al Frozen y revela video de cómo atracaba a jovenes en Bogotá

A pesar de estar en arresto domiciliario, alias Frozen continuaba cometiendo delitos y despejando a los jóvenes de sus pertenencias sin temor a volver a ser capturado, algo que terminó por suceder luego de ser visto en cámaras de seguridad.

Su captura se dio en la localidad de Rafael Uribe Uribe después de varias denuncias hechas por jóvenes y adultos y de meses en los que investigadores de la Sijín le venían siguiendo la pista.

El operativo se realizó después de una coordinación investigativa entre el Comando de la Policía Metropolitana y la Fiscalía General de la Nación”, explicaron las autoridades correspondientes.

Alias Frozen es un delincuente que tiene más de 10 denuncias en su contra, todas ellas relacionadas con el delito de hurto, y la mayoría de ellos siendo a estudiantes universitarios. El ladrón se encontraba en detención domiciliaria después de que un juex viera pertinente que la condena se podía cumplir desde casa, pero aprovechó esto para seguir con su trabajo.

Con esta nueva detención, la Fiscalía lo volvió a judicializar, pero esta vez se tomó la medida de enviarlo a una cárcel, pues se tenía la idea de que lo que alias Frozen buscaba era burlarse de las autoridades. “Un total de 10 personas habrían sido las víctimas de ‘Frozen’, quienes mediante cinco denuncias analizadas explicaban el modus operandi de este hombre, quien actualmente tendrían medida de aseguramiento domiciliaria por un proceso anterior”, detalló la Policía de Bogotá.

El alias de Frozen se lo ganó por su manera de actuar después de realizar sus robos, pues en lugar de que los jóvenes salieran corriendo después de perder sus pertenencias, quedaban helados al lado de él, por lo que se le relaciona con la película de Disney del mismo nombre.

Testigos y víctimas cuentan que alias Frozen se hacía pasar por un estudiante universitario más y los acompañaba a zonas cercanas a las escuelas; después de un tiempo de convivencia, el asaltante les hacía saber que contaba con un revólver, además de que nadie les ayudaría pues la policía del barrio eran sus amigos; tiempo después les pidió guardar celulares, billeteras, joyas, computadores y todos sus artículos en sus propios morrales, para terminar por marcharse con calma.

“A mí y a mis amigos nos abordó en la calle y nos hizo el mismo juego mental, eso fue en julio del año pasado”, describe otra de las víctimas de alias Frozen.

JAP