Régimen Simple
La reforma del Gobierno que afectaría a 28.000 panaderías y ferreterías en Colombia
La eliminación del Régimen Simple de Tributación afectaría a más de 28.000 micronegocios, desde panaderías hasta ferreterías, aumentando los costos y la informalidad.
La nueva reforma tributaria impulsada por el gobierno de Gustavo Petro encendió las alarmas en diversos sectores económicos, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas (MiPyme) y los micronegocios. El principal motivo de preocupación es la eliminación del Régimen Simple de Tributación (RST), que había sido implementado en 2018 para facilitar la formalización empresarial y reducir la carga tributaria de los pequeños negocios.
El Régimen Simple permitía a microempresarios pagar impuestos de forma unificada con tarifas bajas, en función de sus ingresos, lo que reducía la burocracia y los costos de operación. Entre los sectores más beneficiados por este régimen se encontraban las panaderías, peluquerías, ferreterías y otros micronegocios que, gracias a esta herramienta, lograban formalizarse y contribuir de manera efectiva al fisco. Según Acopi, la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, la eliminación de este régimen supone un retroceso en la formalización del sector.
En palabras del senador David Luna, del partido Cambio Radical, “la reforma elimina el Régimen Simple de Tributación, golpeando a más de 28.000 micronegocios. Los obliga a migrar al régimen ordinario, exponiéndolos a multas, sanciones y mayores costos, como la contratación de contadores”.
Impacto negativo en los pequeños negocios
La desaparición del Régimen Simple además de aumentar las cargas impositivas de los pequeños empresarios, fomenta la informalidad, en un país donde el 81,7% de las empresas ya operan de forma no formal. Esta situación preocupa tanto a los gremios como a los expertos, quienes ven cómo el gobierno intenta incrementar la recaudación a costa de los pequeños negocios, muchos de los cuales no tienen la capacidad de enfrentar los nuevos desafíos tributarios.
Además de la eliminación del RST, la reforma incluye un aumento de los impuestos al carbono, que impactará el costo de los combustibles, y un alza de las tarifas de renta, que pasarían del 20% al 27% para muchos pequeños negocios. Esto genera preocupación sobre cómo estos cambios afectarán el futuro de las MiPyme, un sector que ya enfrenta dificultades derivadas del costo creciente de la energía y la inflación.
Ante estos hechos, Acopi hizo un llamado al diálogo, solicitando una revisión exhaustiva de la reforma. Además pidió la participación activa de los afectados en la toma de decisiones, para evitar lo que consideran “un aumento considerable de los costos para el desarrollo de la actividad económica”.
