Conoce el truco secreto para hacer un huevo frito sin aceite

Los huevos están entre los principales alimentos del óvalo nutricional de casi todos los países del mundo. La versatilidad (que permite disfrutarlos en cualquier comida) y riqueza proteica son dos de los innumerables factores que transforman a esta pieza en una de las más consumidas en la actualidad.

Tanto la clara como la yema contienen una parte sustancial de proteínas de alto valor biológico y por eso, nunca está de más, conocer diferentes maneras de hacerlo frito pero sin aceite. Sí, sin acete.

¿Es posible hacerlo? Claro que sí, ya que en su lugar utilizaremos un poco de manteca, algo que le agregará sabor y grasas a la preparación aunque es importante consumirla con moderación si estás siguiendo una dieta o si tienes restricciones alimenticias. A continuación, el paso a paso para prepararlo: 

• Calienta una sartén antiadherente a fuego medio-bajo.
• Agrega una cucharadita pequeña de manteca a la sartén y deja que se derrita y se caliente.
• Rompe un huevo en un recipiente aparte y luego deslízalo con cuidado en la sartén caliente con manteca.
• Cocina el huevo a fuego medio-bajo durante unos minutos hasta que la clara esté completamente cocida y la yema tenga la consistencia deseada. Puedes ajustar el tiempo de cocción según tus preferencias.
• Con una espátula, cuidadosamente voltear el huevo para cocinar el otro lado durante unos segundos adicionales, si lo deseas.

Beneficios que tiene el huevo

Tiene un alto valor vitamínico y mineral. Cuando lo consumimos, ingerimos vitaminas A, D, E y B12, así como tiamina, riboflavina, niacina, ácido pantoténico, piridoxina, folato, biotina, calcio, hierro, zinc, magnesio, fósforo, potasio, selenio y sodio. Todos estos nutrientes contribuyen al bienestar físico y mental.

Además es rico en carotenoides zeaxantina y luteína, sustancias antioxidantes que intervienen en la prevención de afecciones visuales como las cataratas y la enfermedad macular producida por la edad. Contiene grasas saludables de buena calidad, especialmente del tipo monoinsaturado oleico, que actúa favoreciendo el aumento de colesterol (el “bueno”) en sangre”.

También es el aliado perfecto para combatir el exceso de peso ya que es un alimento fundamental para incluir en planes de descenso de peso porque, al contener proteínas, es un alimento saciógeno. Y, por último, favorece el desarrollo del cerebro ya que la luteína no sólo es buena para la visión, sino que presenta altas concentraciones en el cerebro y en la sangre por lo que se la ha asociado a una mejor función cognitiva en adultos y adultos mayores.