Curiosidades

Respira profundo antes de saber el motivo por el cuál los perros se emocionan al llegar a casa

Un importante estudio determinó algunos comportamientos que explican esta reacción.
miércoles, 13 de diciembre de 2023 · 11:00

La relación de los perros con los humanos ha cambiado con el paso del tiempo, pues de pasar de ser una simple mascota se ha vuelto un integrante más de la familia, inclusive un tipo de hijo para algunos. A estos animales les encanta estar cerca de sus dueños, así como jugar con ellos, ser acariciados, dormir, y también se 'emocionan' al vernos regresar a casa.

Cuando pasan mucho tiempo solos se aburren y tu regreso puede generar una desmedida reacción. Fuente: Archivo.

Un reconocido neurólogo descubrió que los canes no solamente reconocen a sus dueños sino que además tienen un espacio en su cerebro que tienen relación directa con los humanos. El estudio realizado tuvo conclusión que reaccionan de una manera similar a cuando reciben una recompensa y muy parecida a la nuestra cuando nos encontramos con un amigo o un ser querido.

Estos peluditos extrañan a sus dueños y se aburren durante el tiempo que no comparten con ellos. Es por eso que cuando vuelves se alegran porque además saben que llegó el momento de pasear, jugar y hasta socializar. Aunque no es capaz de comunicarse con palabras, posee un rico y variado lenguaje corporal que utiliza de forma constante para relacionarse con el entorno.

En perros adultos, es común observar este comportamiento, especialmente en aquellos que pasan largas horas solos y alejados de estímulos. La presencia de humanos desencadena emociones intensas y en ocasiones puede hasta llegar a orinarse. Esta situación tiende a ser más pronunciada al saludar al perro, ya que el ritual de saludo es de gran importancia para ellos.

Cuando regresas a casa saben que llegó el momento de jugar y pasear. Fuente: Archivo.

Ante esto, lo aconsejable es reducir tu propia emoción y dejar las frenéticas caricias para después, cuando el perro asimile que ya estás en casa. Un saludo casual hasta que se calme hará desaparecer esta conducta. Sin embargo, si este comportamiento no cesa aunque intentemos trabajarlo, será el momento de acudir a un especialista.