Estas son las ventajas que tiene Colombia al no tener cuatro estaciones como otros países
Colombia solo tiene dos estaciones al año, lo cual trae beneficios en estabilidad climática y biodiversidad.
Colombia se destaca por una característica particular: a diferencia de otros países, su territorio no presenta invierno, primavera, verano ni otoño, sino solo dos estaciones. Esta condición climática se debe a su posición geográfica, ubicada en la línea ecuatorial, lo que garantiza horas de luz constantes durante todo el año. La diversidad climática en el país está regida por sus pisos térmicos y no por estaciones marcadas.
Estabilidad climática sin extremos
Para muchos, la falta de estaciones podría ser una desventaja; sin embargo, trae beneficios. En Colombia, las temperaturas no suelen sufrir cambios bruscos, lo que evita los extremos de un invierno severo o un verano agobiante. Esta estabilidad permite, además, una continuidad en las actividades cotidianas y evita los ajustes drásticos que requieren los cambios estacionales en otros países.

Riqueza natural y biodiversidad
La ubicación y topografía de Colombia propician una biodiversidad única, con pisos térmicos que varían desde el nivel del mar hasta las cumbres de los Andes. Estas variaciones en altitud dan lugar a múltiples hábitats y ecosistemas, lo que convierte a Colombia en uno de los países más biodiversos del mundo. Estudios indican que esta riqueza se debe a la combinación de factores geográficos y climáticos.
Las estaciones en Colombia
En lugar de las cuatro estaciones, Colombia experimenta dos ciclos anuales: una temporada de lluvias y una de sequía, que se distribuyen en diferentes meses del año. Según Ecoglobal Expeditions, los periodos secos van de diciembre a enero y de julio a agosto, mientras que los periodos lluviosos ocurren en abril, mayo, octubre y noviembre. Esta dualidad mantiene el ciclo de vida y la agricultura en equilibrio.
La ausencia de estaciones convencionales en Colombia se convierte en una ventaja natural. La diversidad de pisos térmicos y un clima estable contribuyen a una biodiversidad excepcional y a una menor exposición a extremos climáticos, destacando a Colombia como un país único.