Los secretos de jardinería recomendados por expertos para que la lavanda estalle de flores en noviembre

En el jardín podemos tener un amplio abanico de plantas y flores, pero ninguna con tantos beneficios como la lavanda. Esta especie, con su característico aroma floral y relajante, ha sido utilizada durante siglos en diversas culturas por su impacto para la salud y el bienestar. Por lo tanto, si contamos con dicho ejemplar en casa, tendremos ventajas de todo tipo.

Especialistas aseguran que la lavanda es rica en compuestos activos, como el linalool y el acetato de linalilo, que le confieren propiedades terapéuticas que van más allá de su agradable fragancia. En la misma línea, uno de los beneficios más conocidos de dicha especie es su capacidad para promover la relajación y reducir el estrés. Su aroma tiene un efecto calmante sobre el sistema nervioso central, ayudando a disminuir la ansiedad.

En el mundo de la belleza y cosmética, la lavanda se utiliza en la elaboración de productos para el cuidado de la piel, como cremas y aceites esenciales, para tratar afecciones como el acné, las quemaduras y las picaduras de insectos. Además, la mencionada planta aromática fortalece el cabello y el cuero cabelludo, ayudando a combatir la caspa y la seborrea.

Si quieres aprovechar todos estos beneficios, será fundamental conocer cuidados de jardinería específicos que permitirán un óptimo desarrollo de la lavanda y una floración en abundancia. Por ende, si deseas que tu jardín estalle de estas flores, tendrás que tomar apunte de las próximas recomendaciones.

¿Cómo hacer florecer la lavanda?

Expertos en jardinería sugieren que para un buen crecimiento de la lavanda lo primero que debemos considerar es hacer una poda recurrente, la cual es muy beneficiosa para la salud de la planta ya que se trata de un proceso en el cual quitamos el exceso de crecimiento que no permite que la especie distribuya sus nutrientes de manera óptima.

En sintonía, profesionales de jardinería remarcan la importancia de que el ejemplar reciba seis horas de sol diaria, debido a que la iluminación genera un impacto favorable en el crecimiento de la lavanda. En esta línea, otro factor importante es el riego, ya que necesita agua, pero no tenemos que caer dentro de los encharcamientos porque se pueden pudrir las raíces. Este tipo de planta solamente se riega una vez que la tierra está seca a nuestro tacto.