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El poderoso ritual con agua y sal para atraer el trabajo soñado

Este es el método ideal para lograr un aumento de sueldo u obtener ese empleo que tanto anhelas.
miércoles, 14 de febrero de 2024 · 19:00

Los rituales son una serie de acciones que, realizadas en orden y en conjunto, pueden lograr que se cumpla un ansiado deseo, mediante sus efectos esotéricos, que pueden darse tanto en materia de amor, como de salud y dinero. En esta ocasión, te enseñaremos la forma de atraer ese trabajo tan soñado, que te permitirá cambiar tu presente y tu futuro.

Para ello necesitarás dos ingredientes fundamentales: agua y sal. Este último posee una enorme efectividad a la hora de remover las malas energías y potenciar los trabajos esotéricos, mientras que el agua es purificadora y atrae todo lo positivo. Antes de contarte lo que debes hacer, es preciso mencionar que dicho ritual funciona tanto si se quiere un trabajo nuevo o un aumento salarial. Para ello, debes tener en cuenta la luna nueva y realizarlo con muchísima Fe y decretando que obtendrás el empleo que deseas.

Ritual con agua y sal. Fuente: iStock

El paso a paso para atraer el trabajo soñado

  1. Escribir en un papel blanco: nombre completo, fecha de nacimiento, cargo o función, nombre de la empresa (si la tienes); y, por último, la leyenda: “Este empleo ya es mío. Hecho está”.
  2. Colocar ese papel arriba de un plato, donde pondrás un vaso de agua (de vidrio transparente), a la que le vas a agregar una cucharada de sal. El mismo debe ubicarse bajo la luz de la luna para que absorba su energía.
    Luna Nueva. Fuente: iStock
  3. Al día siguiente, antes de que salga el sol, tienes que retirarlo y lavarte las manos con el agua con sal que estuvo a la luz de la luna, mientras repites la siguiente frase en voz alta: “Limpio mis caminos de cualquier energía negativa que me pueda impedir obtener este empleo y, aquí y ahora, desbloqueo esta nueva oportunidad, que ya está en camino. ¡Hecho está!”.
  4. Aplaudir tres veces para que se active la energía y la Ley de Atracción y tus manos tienen que secarse al aire, solas, imaginando que eres dueño de dicho empleo.
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