Cómo se prepara un abono casero con solo 1 ingrediente que siempre botas a la basura

Está de más decir las diferentes propiedades y beneficios para nuestra salud que aporta el consumo del huevo. Pero quizás no sabías que su cáscara puede ser un aliado muy importante para cuidar y fortalecer nuestro jardín. Es que, en lugar de tirarla cuando la quitamos, con ella podemos elaborar un abono casero y efectivo. 

Son ricas en calcio, magnesio y minerales que son clave para que las plantas puedan crecer de manera saludable. Al transformarlas en esta mezcla, evitamos el uso de químicos y estamos reciclando un residuo común en algo beneficioso. Para hacerlo es sencillo y te dejamos el paso a paso a continuación. 

Preparación

Lavado y Secado:

• Guarda las cáscaras de huevo después de usarlos huevos en tu cocina.
• Enjuágalas con agua para eliminar cualquier residuo de clara o yema.
• Deja que las cáscaras se sequen al aire completamente. Esto puede llevar varios días.

Molido de las cáscaras:

• Una vez que las cáscaras estén secas, tritúralas en pedazos pequeños, podes utilizar un mortero, un molinillo de café, o la misma a licuadora para hacerlo más rápido.

Aplicación del abono:

• Cuando las cáscaras estén finamente trituradas, esparce el polvo resultante alrededor de las plantas en tu jardín.
• Se puede mezclar el polvo con el suelo en macetas o en el jardín directamente.
• El abono se descompondrá gradualmente con el tiempo, liberando nutrientes esenciales en el suelo que las plantas absorberán para su crecimiento y desarrollo.

Beneficios del abono de cáscaras de huevo:

• El calcio que poseen ayuda a prevenir enfermedades como la podredumbre apical en tomates y pimientos.
• El magnesio y otros minerales fortalecen el sistema radicular y promueven un crecimiento más vigoroso.
• Ayudan a neutralizar la acidez del suelo, lo que es beneficioso para plantas que prefieren un pH más neutral.