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Manicura: cómo recuperar los esmaltes de uñas que se espesan o secan

¿Tu esmalte favorito se ha vuelto inutilizable? Descubre las mejores estrategias para devolverle su textura y volver a disfrutarlo.
miércoles, 25 de septiembre de 2024 · 21:40

Nada es más frustrante que encontrar ese esmalte de uñas favorito, que tanto amas, completamente espeso o, peor aún, seco. Justo cuando piensas que será el toque final perfecto para tu manicura, te das cuenta de que su consistencia cambió. Aplicarlo se vuelve una tarea imposible, dejando tus uñas con un acabado irregular y grumoso.

Este problema es más común de lo que parece. Los esmaltes de uñas suelen secarse o espesarse debido a la evaporación de sus solventes. Cada vez que abrimos el frasco, exponemos el contenido al aire, lo que acelera este proceso. Usar un esmalte en este estado puede dañar la apariencia de tus uñas, dejándolas con un acabado poco profesional y desigual.

¿Por qué se secan o espesan los esmaltes de uñas?

El aire es el principal enemigo de los esmaltes de uñas. Con el tiempo, al abrir repetidamente el frasco, los solventes que mantienen la fórmula líquida comienzan a evaporarse. Esto provoca que la textura se vuelva espesa y difícil de aplicar. Además, el calor también acelera este proceso, especialmente si guardas los esmaltes en lugares cálidos o expuestos a la luz solar.

Si bien puede parecer el fin para ese esmalte que tanto te gusta, no todo está perdido. Existen soluciones caseras y simples que pueden ayudarte a recuperar la consistencia ideal. A continuación, te contamos cómo.

Añadir unas gotas de alcohol o acetona

Uno de los métodos más efectivos y fáciles es agregar unas gotas de alcohol o acetona dentro del frasco de esmalte. El truco está en no exagerar con la cantidad. Basta con introducir de tres a cinco gotas, cerrar bien el frasco y agitarlo enérgicamente durante unos segundos. El alcohol o acetona ayudan a diluir el esmalte, devolviéndole una consistencia más líquida.

Manicura: cómo recuperar los esmaltes de uñas que se espesan o secan. Fuente: Foto: iStock

Calentar el esmalte a baño maría

Otra técnica que funciona muy bien es calentar el esmalte a baño maría. Para ello, coloca agua caliente en un recipiente y sumerge el frasco de esmalte (cerrado) durante unos 10 a 15 minutos. Este calor suave ayudará a suavizar la fórmula, haciéndola más manejable para su aplicación. Recuerda no usar agua hirviendo para evitar dañar el esmalte o el frasco.

Con estas soluciones, tus esmaltes volverán a estar como nuevos, y podrás seguir disfrutando de una manicura impecable sin necesidad de comprar un esmalte nuevo.