¿La fruta no va más? Esto es lo que deberías cenar todas las noches para bajar de peso

La búsqueda de una mejor calidad de vida y de salud está íntimamente relacionada con una buena alimentación. Si no quieres hacer dieta o someterte a estrictas rutinas de alimentación, siempre es bueno conocer algunos tips o consejos para tener una mejor alimentación. Claro, que lo primero es evitar tener una vida sedentaria y procurar comer variado y equilibrado, eso nunca será malo. Aun así, especialistas han determinado cuáles podrían ser las cenas perfectas para adelgazar y tener una salud óptima.
Primero lo primero, las costumbres que repetimos día a día sumado a la agotadora rutina nos hacen pensar poco en lo que vamos a cenar. Pero aún, entre el hambre y el cansancio la elección de qué es lo que vamos a cenar termina siendo la menos indicada: alimentos ya hechos, ultraprocesados y con innumerables (e imposibles de deletrear) químicos adheridos.   

Buenas costumbre alimenticias

Para tener una buena cena, puede usted tomarse un tiempo para cocinar, aunque si esto no resulta, puede también planificar de modo adecuado. Ponerse un día para cocinar varias porciones de distintas comidas. En cantidades moderadas y que luego puedan ser congeladas y utilizadas cuando sea necesario. No vaya a ser que llegue el momento de cenar y no haya nada, que solo quede la opción de llamar a por comida chatarra.

Consejos para una buena cena

Para una buena cena que ayude a adelgazar pero que además sea provechosa para la salud, especialistas de todo el mundo aconsejan primero un buen horario. Siempre es mejor una cena temprana y con cierta distancia de tiempo para con el momento de ir a dormir ya que el cuerpo tendrá tiempo de realizar todos los proceso digestivos necesarios mientras no estamos durmiendo. Últimas investigaciones han determinado que una cena temprana ayuda a prevenir problemas cardiovasculares e, incluso, el alzheimer.

Por otro lado, recomiendan dejar los carbohidratos, como las pizzas o las pastas y optar por alimentos de grasa magra, como pollo o fideos. También verduras cocidas o hervidas, mas no fritas. Estos últimos pueden ayudar a dejar una sensación de saciedad al mismo tiempo que no caer pesado al estómago. Dormir livianamente ayuda a un mejor día posterior, a que el cuerpo trabaje y se dedique a lo que debe en cada momento. Y, por otro lado, consejo para ansiosos y hambrientos, ir saciados a dormir previene contra las incursiones nocturnas a la heladera. Encontrar ese equilibrio es necesario.