Belleza y tendencia
Ni francesas, ni uñas minimalistas: la manicura que es tendencia para uñas cortas se llama “jabón”
El diseño “jabón” está revolucionando el mundo de la manicura con su apariencia única y fresca. ¿Quieres saber cómo lucir esta tendencia?.
Tener uñas cortas no debería ser una limitación para lucir diseños modernos y elegantes. Sin embargo, muchas personas encuentran complicado encontrar estilos que resalten en superficies más pequeñas sin sacrificar la estética. Afortunadamente, el diseño de manicura “jabón” surge como una solución perfecta para quienes buscan algo original y llamativo.
Este diseño, que ya es tendencia, se caracteriza por un acabado brillante y un efecto burbujeante que imita las capas de jabón cuando se mojan. Su versatilidad lo hace ideal para adaptarse a diferentes estilos y colores, ofreciendo opciones creativas que transforman las uñas cortas en pequeñas obras de arte.
Diseño perlado: el clásico “jabón”
El estilo perlado es la versión más tradicional del diseño “jabón”. Para lograrlo, es importante elegir un esmalte con efecto nacarado o iridiscente, preferiblemente en tonos pastel como rosa, lila o azul.
Para crearlo, aplica una base protectora y luego dos capas del esmalte elegido, asegurándote de dejar secar bien entre cada aplicación. Para finalizar, añade una capa de brillo transparente que potencie el efecto jabonoso. Este diseño es perfecto para quienes buscan algo simple pero lleno de personalidad.
Estilo burbujeante con detalles en 3D
Si buscas un diseño más elaborado, puedes incorporar burbujas en 3D para dar textura. Esto se logra aplicando pequeñas gotas de gel transparente sobre la uña y secándolas con una lámpara UV.
Primero, pinta las uñas con un color base sólido, como blanco o beige. Luego, usa un pincel fino para colocar las gotas de gel estratégicamente, creando un patrón burbujeante. Este estilo es ideal para eventos especiales o para quienes desean un look más atrevido.
Manicura “jabón” con degradado
El efecto degradado es otra forma innovadora de lucir este diseño. Comienza con un tono base claro y, con la ayuda de una esponja, aplica un color más oscuro en la punta de la uña.
El truco está en difuminar los colores de manera suave para que el degradado sea casi imperceptible. Finaliza con una capa de brillo para intensificar el acabado jabonoso. Este diseño combina elegancia y modernidad, siendo perfecto para cualquier ocasión.
