Ciencia

Expertos advierten qué se debe hacer con un perro que sufre demencia

La disfunción cognitiva afecta al 15% de canes mayores de 9 años y puede iniciarse a los 5 ó 6.
sábado, 4 de enero de 2025 · 09:05

La demencia senil en perros, también conocida como disfunción cognitiva canina (DCC), es un síndrome que afecta a la memoria, el aprendizaje y la conciencia de los canes. No es una enfermedad curable, lo que puede llevar a los cuidadores a plantearse la eutanasia.

El vocal del Colegio de Veterinarios de Madrid, Manuel Lázaro Rubio explica que: “Consideramos que el SDC afecta a un elevado número de perros, sobre todo de edad avanzada. Algunos estudios hablan de un grado de incidencia del 15%–20% en los mayores de 9 años, aunque existe un gran número de casos sin diagnosticar”.

Disfunción Cognitiva Canina. Fuente: iStock.

Si bien existen signos clínicos como por ejemplo, desorientación, cambio en los patrones de sueño, rechazo de actividades cotidianas, dejar de obedecer o realizar acciones repetitivas. También indicar diferentes enfermedades que, además, son más comunes en los ejemplares de edad avanzada, como la insuficiencia renal o la artrosis.

Si el perro está sano, valorando su situación el veterinario podrá llegar al diagnóstico de síndrome de disfunción cognitiva. Viendo la sintomatología que causa esta dolencia, podemos inferir que el perro no va a sufrir, es decir, no va a experimentar un dolor físico, pero igualmente deberíamos adaptarnos a sus actuales circunstancias para hacerle la vida lo más cómoda posible.

Disfunción Cognitiva Canina. Fuente: iStock.

Por el contrario, la demencia senil o síndrome de disfunción cognitiva no es motivo de sacrificar a un perro. Pues es una decisión que debería tomarse solo en función del bienestar y la calidad de vida del animal, como respalda la legislación vigente. Así, la Ley 7/2023, de protección de los derechos y el bienestar de los animales, aprueba la eutanasia, por supuesto, realizada exclusivamente por un profesional veterinario, siempre que el clínico certifique la existencia de una enfermedad incurable que provoca un sufrimiento que no es posible aliviar con ningún método.

En otras palabras, lo normal es que los perros con demencia senil fallezcan o se eutanasien a consecuencia de otras enfermedades. Cabe recordar que, según la ley citada, el sacrificio de animales no autorizado o realizado por personal no cualificado no es una eutanasia legal.