Pueblos
Ni Barichara ni Villa de Leyva: este es el verdadero pueblo mágico con paisajes hermosos a sólo 2 horas de Medellín
Este destino poco conocido de Antioquia sorprende con calles coloniales, montañas verdes y un ambiente que invita a desconectarse del mundo.A tan solo un par de horas desde la ciudad de Medellín, entre colinas verdes y caminos tranquilos, se ubica Jericó, un pequeño destino que poco a poco conquista a quienes lo conocen. Todavía no es tan reconocido fuera del país como otros pueblos famosos, pero quienes llegan hasta allí dicen que su encanto no tiene nada que envidiarles. Su ambiente tradicional, su historia viva y las vistas llenas de color lo hacen un lugar único, casi como salido de una pintura.
El encanto está en cada esquina

Jericó no necesita retoques. Sus viviendas pintadas con tonos vivos y adornadas con flores en sus ventanas se ven hermosas junto al paisaje lleno de montañas verdes. Aunque muchas construcciones son antiguas, el lugar tiene un aire alegre y acogedor. En la plaza central se siente paz, mientras la gente del pueblo disfruta de un café en pequeños locales o charla con quienes vienen de otros lugares.
Uno de los puntos más especiales es el mirador Las Nubes, donde se puede observar cómo la neblina baja hasta tocar los techos de las casas. También son muy visitados el jardín lleno de plantas, el museo con objetos religiosos y la vivienda donde vivió Santa Laura Montoya, un sitio que muchos consideran muy importante. Por todo esto, Jericó es ideal para los que quieren conocer un sitio donde se junta la naturaleza, el pasado y lo espiritual.
Turismo con alma y sabor local

Jericó no es como esos lugares llenos de turistas donde todo parece artificial. En este pueblo todavía se vive con calma y se respira tradición. En sus calles es común encontrar negocios que venden bolsos de cuero hechos a mano, un objeto típico que representa con orgullo la cultura de esta región. También hay cafés donde se sirve un delicioso café preparado con granos cosechados en fincas cercanas, elaborados por personas que realmente disfrutan su trabajo.
Pero la experiencia no termina ahí: se pueden recorrer caminos por la naturaleza, descubrir saltos de agua escondidos o simplemente disfrutar del buen trato y la amabilidad de quienes viven allí. Varios visitantes que solo pensaban estar unas horas, terminaron quedándose más tiempo al sentirse encantados por la tranquilidad y el encanto que este lugar tiene. Sin duda, Jericó es una joya de Antioquia que está empezando a ganar popularidad entre los que quieren conocer lugares verdaderos, sin alejarse tanto de la ciudad de Medellín.