Con solo clara de huevo, prepara esta base de pizza nutritiva y saludable

¿Pensaste alguna vez en una pizza que no use harina, ni la clásica base de pan, pero conserve un gusto delicioso y una consistencia firme? Es posible, y el componente que la hace única es muy básico y a la vez poco común: la clara de huevo. Esta forma de cocinar está ganando espacio entre quienes eligen platos más livianos, con menos calorías y mucho contenido proteico, sin dejar de disfrutar una buena porción.

La propuesta viene de una moda llamada “cloud pizza” o “pizza nube”, y se caracteriza por tener una base hecha solo con claras, lo que la convierte en una excelente alternativa para quienes siguen planes alimenticios para estar en forma, personas con intolerancia al gluten o aquellos que simplemente quieren innovar en la cocina. También es muy fácil de hacer, cuesta poco y se arma con cosas que probablemente ya tenés en tu casa.

Para empezar, necesitaremos los siguientes ingredientes:

• 6 claras de huevo
• 1 cucharadita de orégano seco
• Sal y pimienta al gusto
• 1 cucharada de queso rallado bajo en grasa (opcional para dar más cuerpo)
• Aceite en spray o una gota de aceite de oliva para la sartén

Ahora que ya tenemos lo necesario, pasamos a la etapa de preparación:

Paso 1: Poné las claras en un recipiente y mezclalas con batidor o batidora hasta que aparezca un poco de espuma. No hace falta que se formen picos firmes, solo que tengan algo de aire para que queden más livianas.

Paso 2: Sumá un poco de sal, pimienta y orégano seco. Si querés que quede más firme, podés echar un poco de queso en polvo, aunque no es necesario.

Paso 3: Calentá una sartén con recubrimiento que no se pegue y echale un chorrito de aceite. Volcá la mezcla y cociná con fuego bajo por unos 6 a 8 minutos, hasta que esté firme y se despegue fácil de los costados. Podés taparla para que se cocine más rápido.

Paso 4: Cuando esté hecha, pasala a una fuente, agregá la salsa que más te guste, verduras, algún queso o lo que prefieras, y ponela al horno caliente por unos 5 a 7 minutos para que se gratine.

Esta receta funciona como un lienzo en blanco, es decir que puedes adaptarla a tu gusto con ingredientes tradicionales como queso y rodajas de tomate, o probar mezclas diferentes con tofu, verduras al horno o plantas aromáticas. Lo mejor es que después de comer no vas a sentir pesadez y tu organismo lo va a notar. Una opción rica y ligera. ¿Te gustaría hacerla hoy?