Salario
Toma aire antes de conocer cuánto cobra un docente de grado 1 de colegio público en 2025
Aunque el gobierno habla de aumentos históricos, el salario base de un maestro recién nombrado en el sector público apenas supera el umbral de lo dignoEn un país donde educar se considera una vocación antes que una profesión, los maestros de grado 1 que se incorporan al sistema educativo público en 2025 enfrentan una realidad difícil de aplaudir. Con un aumento anunciado con bombos y platillos, el ingreso mensual de un docente que recién empieza su carrera en un colegio público aún está lejos de ser proporcional al esfuerzo, la preparación académica y la carga emocional que conlleva educar a niños y jóvenes.
Una mejora porcentual que no alcanza a llenar la canasta básica

El Ministerio de Educación Nacional ha anunciado un aumento del 8,2?% en el salario base de los maestros del sector público para el año 2025, describiéndolo como un "ajuste justo y sin precedentes". No obstante, al analizar los datos, la emoción se reduce. Un maestro de primer grado, es decir, aquel que no tiene experiencia previa y ocupa su primer puesto oficial, recibe actualmente un salario mensual cercano a los $2.140.000 COP. Este monto puede variar ligeramente según la ubicación o algunos pagos adicionales locales, pero en términos generales, representa el salario inicial para aquellos encargados de la enseñanza en las áreas más necesitadas del país.
Por otro lado, el costo de la canasta familiar básica, según cálculos de entidades independientes, ya supera los $2.400.000 mensuales en las principales ciudades del país, lo que coloca al maestro sin experiencia en una situación económica complicada desde el principio. Además, la falta de recursos en muchas escuelas públicas obliga a los docentes a invertir dinero propio para asegurar los materiales más básicos necesarios para las clases.
Más vocación que recompensa

Las circunstancias laborales tampoco contribuyen a mejorar la situación. Las largas jornadas laborales, las tareas administrativas, la formación constante sin pago y la creciente presión social por los resultados académicos son parte del trabajo cotidiano de los docentes de primer grado. Aunque las autoridades gubernamentales elogian constantemente su trabajo, muchos se sienten desmotivados y poco valorados.
Ante este escenario, los sindicatos de maestros han comenzado a exigir la creación de una mesa de diálogo constante para abordar no solo los salarios, sino también las condiciones laborales en general. Mientras tanto, cientos de nuevos educadores toman aire y aceptan el desafío, con la esperanza de que algún día enseñar en Colombia también se asocie con estabilidad y un reconocimiento económico digno.