Cuánto cuesta en Colombia la multa por poseer una tortuga en tu casa

Poseer una tortuga como mascota puede parecer algo sin consecuencias, pero en territorio colombiano constituye una violación seria a las normas ambientales. Las leyes vigentes impiden tener animales silvestres en el hogar, y por ello se ha fijado una penalidad monetaria con el objetivo de desalentar esta conducta, cuidar la biodiversidad y conservar los ecosistemas.

Cifra de multa por tener una tortuga

De acuerdo con lo informado por el Ministerio de Justicia, tener una tortuga en una vivienda es considerado un acto prohibido de tipo 3 y puede acarrear una sanción económica de 393.000 pesos colombianos. Este monto no es solo representativo: su finalidad es clara, impedir que se sigan atrapando, vendiendo o domesticando ejemplares que pertenecen a su hábitat natural. La misma penalidad se aplica si se tiene en casa a especies como cotorros, iguanas, loros, boas o incluso monos tití.

La disposición también pretende frenar el comercio ilícito de fauna silvestre, una práctica que continúa provocando un impacto negativo en los ecosistemas del país. Con frecuencia, quienes obtienen estos animales no conocen sus necesidades reales y terminan dándoles una dieta inadecuada o manteniéndolos en espacios no aptos, lo que afecta directamente su estado físico y su calidad de vida.

¿Qué hacer si conoces un caso?

Cuando una persona tiene en su poder una tortuga u otro animal silvestre en su vivienda, lo más adecuado es informar a las autoridades. El aviso puede hacerse al Ministerio de Ambiente, a las CAR o comunicarse con la Policía Nacional, específicamente con su unidad encargada de fauna y flora. Es fundamental dar detalles precisos sobre el sitio, el ejemplar y su estado para que puedan intervenir rápidamente.

Gracias a estas alertas, los expertos pueden rescatar a los ejemplares, ofrecerles atención médica adecuada y, si es posible, liberarlos en su hábitat. Participar en este proceso es una manera concreta de cuidar el equilibrio ecológico y sumar esfuerzos en la conservación de la fauna del país.

En el territorio colombiano habitan tortugas importantes como la carey, la matamata, la verde y los morrocoy. Muchas de estas se encuentran amenazadas y necesitan ayuda inmediata. Tenerlas en cautiverio no es un acto de afecto, sino una práctica que pone en riesgo su existencia.