Uno de los caricaturistas más reconocidos e importantes del país ha tenido que hacerse un lado del medio El Tiempo tras un caso de violencia intrafamiliar que vivió en el pasado, hecho que lo ha orillado a despedirse de los lectores que lo han seguido por años.

Conocido mayormente como Matador, Julio César González Quiceno se encargaba de la parte ilustrada del medio El Tiempo, realizando de manera cotidiana dibujos humorísticos y satíricos sobre el acontecer informativo del país y del mundo, al menos hasta el pasado martes 28, cuando anunció a través de sus redes sociales que se estaría haciendo a un lado después de años de trabajo.

“Gracias infinitas a todos los subscriptores y lectores de @ELTIEMPO durante estos 20 años de amistad. Hoy, celebran mi caída los corruptos que siempre ataqué con mi lápiz y me despiden por un error personal que cometí y enmendé. Nunca bajen la cabeza ante el poder. Los quiero”, externó Matador en su cuenta de Twitter.

Este mensaje compartido por el caricaturista vino como respuesta al comunicado que lanzó el medio de comunicación tras las acusaciones que se le otorgan al dibujante sobre un caso de violencia intrafamiliar; en dicho mensaje se dice que Matador estaría apartado del medio hasta que el acusado de su versión de los hechos.

“La Dirección del periódico solicita a “Matador” que se manifieste respecto de esta situación de manera clara y oportuna. Entre tanto, informa que ha tomado la decisión de suspender la participación del caricaturista en las publicaciones de CASA EDITORIAL EL TIEMPO. Cada día, cerca de 265 mujeres en Colombia deben afrontar algún tipo de violencia. Silenciarse frente a estos hechos es legitimar los comportamientos violentos que nos impiden alcanzar”, reza el comunicado.

¿Por qué El Tiempo hizo a un lado a Matador?

Todo este movimiento comenzó después de que se revelara un audio de hace 13 años atrás por medio de el abogado Abelardo de la Espriella, a través de la cuenta de Twitter de su bufete De la Espriella Lawyers, en donde la esposa de Matador narra cómo éste la golpeaba y maltrataba con el paso de los años.

“Me sacó todas mis cosas, me las tiró por todo el apartamento, yo como pude me zafé y me fui para la otra habitación y allá me pegó otra cachetada, me apretaba el cuello y yo le decía que no me pegara. Y él me decía que me callara, que yo no tenía derecho a hablar, que yo era una perra y ahí fue cuando me pegó una patada en la pierna izquierda a la altura de la canilla parte inferior", se escuchaba en la confesión.

Además de esto, el caso se volvió personal, con el abogado haciendo otros señalamientos al caricaturista de El Tiempo, recordándole la eutanasia de su padre, sus problemas con el alcohol, y supuestos plagios realizados en sus dibujos.

JAP