Gastronomía y economía
Se confirmó una pésima noticia: se va de Colombia una famosa cadena de restaurantes
La cadena de restaurantes TGI Friday’s cierra sus puertas en Colombia tras declararse en quiebra en EE.UU., una medida que refleja el impacto financiero de la pandemia.TGI Friday’s, la icónica cadena de restaurantes estadounidense, anunció que cerrará sus locales en Colombia como parte de un proceso de bancarrota bajo el Capítulo 11 de la ley de quiebras de Estados Unidos. Este anuncio, que sacude al sector gastronómico en el país, pone fin a la presencia de la marca en Bogotá y Barranquilla, donde contaba con locales en zonas estratégicas y de alta afluencia de público.
La cadena presentó formalmente su solicitud de reestructuración financiera el pasado 2 de noviembre ante el Tribunal del Distrito Norte de Texas, con deudas que oscilan entre los 100 y 500 millones de dólares. La decisión responde al objetivo de la compañía de reorganizar su estructura financiera y encontrar alternativas para asegurar su viabilidad a largo plazo en medio de una crisis que comenzó en 2020.
La situación de TGI Friday’s es un ejemplo de cómo el sector de restaurantes casuales fue golpeado por la pandemia y la presión inflacionaria en los últimos años. "Los desafíos financieros se vieron impulsados principalmente por las consecuencias de la pandemia, que afectó tanto la operatividad como la capacidad de generar ingresos", explicó Rohit Manocha, presidente ejecutivo de la compañía.
El impacto de la pandemia y la presión en el mercado global
En Colombia, TGI Friday’s comenzó operaciones con grandes expectativas de crecimiento, abriendo su primer local en la Calle 93 de Bogotá y expandiéndose a otras ciudades. Sin embargo, el confinamiento y las restricciones sanitarias impuestas durante la pandemia redujeron drásticamente el flujo de clientes, lo que afectó de manera crítica sus ingresos. La cadena intentó permanecer en el mercado colombiano acogiéndose a la Ley de Insolvencia, un mecanismo que permite negociar con acreedores para evitar la quiebra. No obstante, los esfuerzos resultaron insuficientes y el cierre se volvió inevitable.
A nivel global, la compañía busca salvar su operación en Estados Unidos y proteger a los franquiciados, quienes podrán continuar operando bajo el nombre de TGI Friday’s sin verse afectados por el proceso de bancarrota. "Todas estas ubicaciones de franquicia, tanto nacionales como internacionales, son de propiedad independiente y, por lo tanto, no están incluidas en el proceso del Capítulo 11", aclaró la empresa en un comunicado.
Este tipo de financiamiento en calidad de "deudor en posesión" permitirá que los restaurantes propios en Estados Unidos se mantengan activos mientras la marca avanza en su reestructuración. Al mismo tiempo, se ha puesto en marcha un Acuerdo de Servicios de Transición (TSA) para ofrecer respaldo financiero a los franquiciados.