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¿Quieres aumentar tu productividad? Pon en práctica esta técnica infalible

Si necesitas enfocar tus esfuerzos, un simple objeto puede ayudarte con este propósito.
miércoles, 16 de agosto de 2023 · 18:23

En la actualidad, en un entorno caracterizado por su competitividad y exigencia, la búsqueda de la optimización del tiempo y la energía se convierte en un requisito incesante, es por ello que resulta indispensable poner en marcha una estrategia simple y eficaz para lograr este propósito por lo que la conocida como el método Pomodoro puede ayudar para logar los objetivos establecidos.

Conforme detalla un artículo de los Institutos Nacionales de Salud, la agencia de investigación médica más importante de los Estados Unidos, esta táctica persigue un enfoque laboral concentrado, intercalado con pausas planificadas. Aquí te contamos lo que debes saber.

¿Qué es la técnica Pomodoro?

Si en algún punto de realizar tus actividades te has dado cuenta que que el tiempo te es insuficiente y que nunca podrás atender los pendientes, la técnica Pomodoro es justamente un método que permite gestionar el tiempo de una manera más efectiva y por por si fuera poco, contribuye a la concentración y la productividad.

La técnica fue creada por Francesco Cirillo a finales de la década de los años 90, la cual comenzó a implementar en su educación universitaria, por lo que durante esa época, el hombre utilizaba un reloj de cocina con forma de tómate, dando el nombre que hoy tiene dicho método.

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La idea de la técnica Pomodoro es concentrarse al cien por ciento en una tarea puntual en 25 minutos, estos periodos de tiempo son denominados ‘sesiones Pomodoro’ y al finalizar se procede a descansos de 5 minutos. Al concluir cuatro sesiones se da paso a un receso más prolongado.

La intensión es que los bloques sean cada vez más largos, hasta llegar a un máximo de 50 minutos, teniendo en cuenta que durante estos espacios de tiempo la concentración y la total atención son fundamentales para cumplir con el trabajo, con tal de apartar la procrastinación.

De este modo, se reduce la sensación de sobrecarga o agobio durante las actividades ya que tomar pausas regulares ejerce un efecto beneficioso tanto en la capacidad de concentración como en el desempeño cognitivo.

Incluso, atenúa la impresión de estar atrapados en un problema del cual no se saldrá pronto por una batalla incesante contra el reloj. La ventaja adicional radica en que se finaliza el deber con la misma motivación o energía del inicio, por lo que al concluir quedará una sensación gratificante por haber cumplido los objetivos.

AG