Estas son las razones por las que podrías ser resistente a perder peso

Comenzar un estilo de vida saludable viene de la mano casi siempre con un alto grado de motivación, lo cual puede llegar a traer cambios notorios en las tallas en poco tiempo, aunque también es frecuente encontrarse con situaciones en las que la pérdida de peso presenta resistencia.

La realidad es que no basta con adoptar una dieta y mantener una rutina de ejercicio regular; es necesario prestar atención a múltiples aspectos y ser consciente de posibles errores, los cuales te hacemos mención en las siguientes líneas.

Razones por la que podría existir resistencia a perder peso

La resistencia a perder peso podría estar vinculada a un cúmulo de factores, por lo que acudir a la bascula podría resultar un momento de frustración al no ver cambios importantes, es por ello que se deben prestar atención a ciertos puntos.

Una de las variables a atender si se ha fijado el objetivo de perder peso es la cantidad de agua que se bebe, de la cual son bien conocidos sus beneficios pero al enfocarse en cosas de mayor complejidad, a veces pasa por alto tomar el vital líquido.

La cantidad de agua que debemos consumir diariamente varia en cuento al peso, la estatura y la edad, pero en términos generales se recomienda entre 1,5 y 2 litros diarios, sin embargo, dejando esto de lado, la dificultad para lograr la pérdida de peso surge debido a que la falta de hidratación impacta negativamente en el proceso de quema de grasas en el cuerpo. Por lo tanto, durante el ejercicio, la eficacia de la lipólisis se verá reducida si no se consume la cantidad adecuada de agua.

Otro hecho a considerar es que cuando se sigue una dieta, se suele enfocar en aspectos como la reducción de la ingesta calórica y si bien es crucial, no debe ser el único factor a tener en cuenta para lograr la pérdida de peso ya que también es importante observar cómo el cuerpo reacciona ante diversas opciones alimenticias.

Consumir alimentos cada 3 o 4 horas podría tener consecuencias adversas si se incluyen procesados en la dieta. Por lo que, si el equilibrio entre la sensación de hambre y saciedad no se mantiene en proporciones adecuadas, el cuerpo puede interpretar que requiere de más energía, lo que resultaría en la retención de grasa.

Por otro laso, si hay medicación de por medio esto puede interferir con los planes de tener un mejor estilo de vida ya que hay fármacos que modifican la reacción del organismo ante la pérdida de peso, con ello en cuenta si alguien está bajo algún tratamiento relacionado con condiciones como la depresión, la diabetes o la hipertensión, es clave consultar a un profesional para asegurarse de que no haya conflictos entre la intensiones de pérdida de peso y los fármacos que se consumen, así como con el ejercicio.

AG