Toma asiento antes de conocer los usos correcto del asterisco, según la RAE

Los signos de puntuación y ortográficos son elementos fundamentales en la escritura. Estos no sólo organizan y clarifican ideas, sino que también facilitan la lectura y comprensión de los textos. Si bien algunos de estos signos son ampliamente conocidos y utilizados, otros pasan desapercibidos o se usan incorrectamente. Un ejemplo es el asterisco, una pequeña estrella (*) que, aunque es común en ciertos contextos, es poco comprendido en cuanto a su correcta función.

Pese a su aparente simplicidad, el asterisco tiene varios usos que a menudo ignoramos. La Real Academia Española (RAE) establece directrices claras para su uso adecuado, destacando las funciones que aún se mantienen vigentes. Conozcamos en detalle cómo y cuándo utilizar correctamente este signo según la RAE.

Como llamada de nota

La función más extendida del asterisco es su uso como llamada de nota. En este caso, el asterisco se coloca al final de una palabra o frase para indicar que existe una explicación adicional en el pie de página o al final del documento. Esta práctica es común en textos académicos o informativos, donde es necesario aportar aclaraciones o referencias adicionales sin interrumpir el flujo principal de la lectura.

Con valor diacrítico

El asterisco también puede cumplir una función diacrítica, es decir, sirve para marcar o diferenciar palabras o expresiones que requieren una atención especial. Por ejemplo, en diccionarios y textos lingüísticos, se utiliza para señalar palabras o frases incorrectas o que están en desuso. Esto ayuda a distinguir lo aceptado en el idioma de lo que no lo está, actuando como una advertencia visual para el lector.

Como delimitador

Otra función importante del asterisco es su uso como delimitador. Esto significa que puede enmarcar o encerrar palabras y frases, ayudando a destacar o separar información específica dentro de un texto. En algunos casos, también se emplea para sustituir partes de palabras, especialmente en contextos donde se desea omitir información sensible o inapropiada, como en ciertos contenidos editoriales o públicos.

Indicador de omisión

El asterisco puede funcionar como indicador de omisión, un recurso que permite reemplazar una parte del contenido. Esta función es útil en textos en los que, por razones de privacidad o censura, se omite una palabra o fragmento específico. De esta manera, se utiliza el asterisco para que el lector comprenda que se ha dejado algo en blanco intencionalmente.

Como resalte tipográfico

Finalmente, el asterisco puede cumplir la función de resalte tipográfico, destacando términos o expresiones dentro de un texto. Este uso, aunque menos común, sirve para enfatizar palabras sin necesidad de emplear otros estilos como la cursiva o el subrayado. En este caso, el asterisco actúa como un marcador visual adicional, guiando la atención del lector hacia puntos clave.