JARDINERÍA

La planta del dinero que no es el árbol de jade y se reproduce fácilmente

Se trata de un ejemplar con un fuerte poder decorativo que seguramente querrás tener en casa.
jueves, 3 de octubre de 2024 · 09:12

Al hablar de planta del dinero, lo primero que se nos viene a la mente es el árbol de jade. Esto es fácil de pensar, pero lo cierto es que existe otra especie que también es un talismán para la riqueza, según el Feng Shui. Se trata de una hermosa planta de interior que se reproduce en pocos pasos, por lo que podremos propagar la belleza y la abundancia en un abrir y cerrar de ojos.

¿Cuál es la planta del dinero?

Además del árbol de jade, otra planta del dinero según el Feng Shui es el bambú de la suerte, reconocido en todo el mundo por su capacidad para atraer energías monetarias. Este ejemplar tiene el nombre científico de Dracaena sanderiana y se caracteriza por un enorme poder ornamental, como así también por representar un símbolo de buena fortuna.

Bambú de la suerte. Foto: iStock

¿Cómo reproducir un bambú de la suerte?

Si tienes un bambú de la suerte y quieres multiplicarlo, deberás tener en cuenta algunas reglas específicas de expertos en jardinería. Para iniciar tendrás que conseguir tijeras para podar, canela y un recipiente con agua.

Con los materiales listos, el primer paso consistirá en elegir del tallo, el cual debe ser fuerte y estar sano. Busca uno que comience a tener ramificaciones, pues así logrará con éxito que desarrolle raíces rápidamente. Además, el tallo deberá tener al menos dos o tres nudos. A continuación, tendrás que cortar el tallo debajo de uno de los nudos o codos, intentando dejar al menos dos codos por encima.

Aprende a reproducir tu bambú de la suerte. Foto: iStock

Posteriormente, para lograr que la planta genere raíces más rápido, deberás aplicar un enraizante, que en este caso será la canela. Solamente debes sumergir el extremo donde hiciste el corte del tallo en el polvo y dar unos pequeños golpes para eliminar el exceso.

Por último, colocar el bambú de la suerte en el recipiente con agua (destilada o potable, sin cloro), asegurándote de que el agua cubra al menos uno de los nudos o codos de la planta para que las raíces puedan brotar con facilidad.