Esta es la razón por la cual la expresión “período de tiempo” no es correcta, según la RAE

Las redundancias son un tema frecuente en el uso del idioma, y muchos hablantes las emplean sin darse cuenta. En el español, las redundancias consisten en el uso de palabras o expresiones que no aportan nuevo significado porque ya se sobreentienden. Ejemplos clásicos incluyen frases como “subir arriba” o “bajar abajo”, donde el contexto hace evidente la acción sin necesidad de repetirla. Pero, ¿todas las expresiones que parecen redundantes lo son realmente?

Para aclarar estas dudas, la Real Academia Española (RAE) juega un papel fundamental. La institución que regula el buen uso del español y sus normas establece pautas que nos ayudan a identificar y evitar redundancias innecesarias. Es común que la RAE intervenga para resolver consultas sobre términos en disputa y, gracias a sus orientaciones, los hablantes pueden evitar errores de uso y optimizar su forma de expresarse.

“Período de tiempo”: ¿redundante o correcto?

La expresión “período de tiempo” es un caso frecuente en el español, y es común escuchar que se trata de una redundancia. En teoría, “período” ya denota una duración, por lo que agregar “de tiempo” parecería innecesario. Sin embargo, la RAE sostiene que, en este caso, la expresión no merece ser censurada debido a su uso generalizado en la oralidad. Según la institución, aunque “período” por sí solo se refiere a una extensión temporal, la frase “período de tiempo” se considera aceptable en español.

La RAE explica que, en ciertos contextos, esta expresión puede ayudar a subrayar que se habla de una duración concreta, lo que no necesariamente representa un error. Sin embargo, al tratarse de una posible redundancia, el hablante puede elegir alternativas si desea evitar el uso de “período de tiempo”.

La RAE y su rol en el buen uso del idioma

Como autoridad lingüística, la RAE tiene la misión de adaptarse a la evolución del lenguaje, al mismo tiempo que orienta a los hablantes en su uso adecuado. A través de su servicio de consultas y la publicación de guías, la RAE promueve un español claro y sin ambigüedades. Su rol es determinante para preservar la riqueza de la lengua y reducir el uso innecesario de expresiones redundantes.