Qué dice de tu personalidad si duermes abrazado a una almohada, según la psicología

Dormir es uno de los momentos más esperados luego de un largo día de trabajo o estudios, y durante el descanso realizamos acciones que tienen un significado ya que representan procesos mentales que no están completamente bajo el control consciente. Uno de ellos es moverse mucho, pero hay otro también común y es el de abrazar almohadas. 

Esto, según expertos en psicología, tiene que ver con una necesidad de seguridad y comodidad. Es una forma de encontrar protección ya que se asocia con los abrazos. También puede ser un deseo de conexión con otras personas ya sean afectivas, emocionales, familiares o de amistad.

Al hacerlo, genera una sensación de compañía y quienes lo hacen suelen ser afectuosos, solidarias, empáticos. Además, esta acción, puede servir como una manera de conciliar el sueño ya que puede provocar calma, paz, comodidad y relajación. Otros factores que pueden influir en este comportamiento son la situación personal, la edad y las experiencias vividas.

Otras interpretaciones

• Es un objeto de consuelo que proporciona la sensación de seguridad y comodidad.
• El contacto con la almohada puede estimular la liberación de oxitocina, relacionada con la sensación de felicidad.
• Puede ser una forma de lidiar con la ansiedad, el estrés o la sensación de soledad.
• Abrazar la almohada puede recordar momentos de afecto y proporcionar una posición cómoda para dormir.