JARDINERÍA

Trucazo para revitalizar tu rosal y que estalle de rosas

Se trata de un método que potenciará el crecimiento de la planta y le dará fuerza para el desarrollo de sus flores.
jueves, 26 de septiembre de 2024 · 01:31

Quienes tienen un rosal en su jardín sabrán de la importancia de mantenerlo en óptimas condiciones. Ya sea mediante la aplicación de abonos y fertilizantes, como regando correctamente. Pero, además de esto, existe un truco de jardinería primordial para tener más rosas: la poda.

Expertos en el tema explican que la poda cumple un rol preponderante en cualquier planta, pero más todavía en un rosal. Es que si cortamos aquellos que no sirve, le daremos más fuerza al desarrollo del ejemplar en cuestión, promoviendo así una floración abundante.

Así debes podar tu rosal

La poda debe realizarse en julio o en septiembre (también durante la primera semana de octubre), si buscamos revitalizar la planta, ya que en otra época dañaremos a la especie.  Al mantener una forma equilibrada y ordenada durante la poda, favoreceremos el desarrollo de ramas robustas y saludables, capaces de soportar el peso de las rosas.

Rosal. Foto: iStock

De hecho, un rosal bien podado no solo es más atractivo, sino que también se vuelve más resistente a factores externos. Por lo tanto, profesionales en el rubro recomiendan comenzar la poda retirando ramas muertas y enfermas, lo cual ayudará a reducir el riesgo de propagación de plagas y enfermedades, creando un entorno más saludable para la planta.

Además, en lo que respecta a las rosas en sí, si notas algunas enfermas o con pocos pétalos, también tendrás que cortarlas, utilizando una tijera limpia y desinfectada, haciendo un corte transversal para favorecer la cicatrización de la planta.

Ayuda en la floración de tu rosal. Foto: iStock

También durante la poda es recomendable eliminar las ramas que se crucen o se superpongan, ya que esto puede generar heridas innecesarias en la planta. En la misma línea, las ramas cruzadas le quitarán aire y dificultarán la capacidad de respiración del ejemplar, entorpeciendo la fotosíntesis y logrando que las rosas crezcan debilitadas.

Luego de la poda, asegúrate darle un perfecto riego al rosal y, en caso de ser posible, dotar la planta de un rico abono orgánico.