Comportamientos

Qué significa que mi hijo haga un berrinche en el suelo, según la psicología

Estas escenas son parte del desarrollo del niño y niña, es por eso, que hay que saber manejarlas. Mira lo que dice la ciencia.
jueves, 23 de enero de 2025 · 06:45

Los berrinches son acciones como tirarse al suelo a llorar gritando, golpear las cosas, cansancio o falta de control. Esta etapa se da entre los niños y niñas entre los 2 y 5 años de edad. Esto es a causa de que, están aprendiendo a gestionar sus emociones y expresar sus necesidades.

Según la psicología, estos episodios forman parte del desarrollo emocional del niño y suelen ser el reflejo de su necesidad de autonomía y validación. Aunque es difícil calmar a tu hijo en medio de un berrinche, tu reacción es fundamental. Los niños suelen percibir la energía de los adultos, es por eso, que debes mantener la calma y una actitud tranquila.

Los berrinches en los niños, según la psicología. Fuente: Canva.

Uno de los consejos por parte de los psicólogos, es no ceder a las demandas poco razonables. Si el berrinche ocurre porque el niño quiere algo como un dulce antes de cenar, ceder refuerza el comportamiento. En su lugar, debes validar sus emociones: “Entiendo lo que quieres, pero ahora no es posible”.

Otro es ignorar el berrinche, pero no al niño. Si no hay riesgo de daño físico, ignora el comportamiento, pero permanece cerca. Esto le enseña que el berrinche no es una herramienta efectiva, pero refuerza tu disponibilidad y apoyo emocional.

Los berrinches en los niños, según la psicología. Fuente: Canva.

También, hablar después de un berrinche, una vez que el niño se calme, reflexiona sobre lo ocurrido y con frases simples: “Parecías muy enojado. La próxima vez, puedes decirme cómo te sientes”. Esto le ayudará a identificar sus emociones y fomenta habilidades de comunicación.

Por último, ofrece opciones controladas. Una de las opciones brindar alternativas simples que ayuda al niño a que sienta cierta autonomía. “¿Prefieres jugar con bloques o pintar?”. Ten en cuenta, que si los berrinches son muy frecuentes  o difíciles de controlar y afectan la dinámica familiar, podría ser útil consultar con un especialista.