Alzheimer

Ni rostros ni nombres: qué es lo primero que olvida una persona que sufre Alzheimer

La enfermedad no comienza con el olvido de los seres queridos, sino con detalles mucho más sutiles que suelen pasar desapercibidos.
jueves, 17 de abril de 2025 · 23:00

Cuando se habla de Alzheimer, muchos imaginan a una persona incapaz de reconocer a sus propios hijos o de recordar su nombre. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja y silenciosa. Los primeros signos no siempre se relacionan con grandes olvidos, sino con pequeñas fallas que, al principio, pueden confundirse con distracciones o estrés. La enfermedad comienza en rincones diminutos de la memoria, donde se almacenan las rutinas cotidianas, los lugares comunes y los nombres de los objetos más familiares.

Lo cotidiano es lo primero en desvanecerse

Alzheimer. Fuente: Canva

Antes de que los rostros se desvanecen, los hábitos se deshacen. Una persona con Alzheimer en sus primeros estadios puede olvidar cómo preparar su café diario o cómo encontrar el camino a su hogar, incluso si lo ha recorrido durante años. También es frecuente que no recuerde el uso de objetos cotidianos, como un tenedor, o cómo abrir la puerta del armario donde guarda su ropa. Son estos pequeños incidentes los que suelen alertar a quienes la rodean.

Este tipo de pérdida de memoria, que afecta a los recuerdos recientes y personales, se presenta de manera gradual. En muchas situaciones, quienes padecen la enfermedad olvidan conversaciones recientes, citas médicas o lo que han comido en el día. No es que todo el pasado se pierda de inmediato, sino que lo más reciente se desvanece primero, como si la mente no pudiera sostener lo inmediato.

El olvido se disfraza de distracción

Recuerdos. Fuente: Canva

En las etapas iniciales, el Alzheimer puede ser difícil de distinguir del envejecimiento común. Muchas personas minimizan los olvidos tempranos, pensando que forman parte del proceso natural de la edad. Sin embargo, cuando estos olvidos se vuelven más frecuentes y comienzan a afectar la rutina diaria, es importante prestar más atención.

Asimismo, el lenguaje también puede verse alterado. A menudo, quienes padecen Alzheimer tienen dificultades para encontrar las palabras adecuadas o sustituyen nombres específicos por términos vagos, como decir "el objeto para cortar" en lugar de "cuchillo". Esta situación puede causar frustración, ansiedad e incluso cambios de ánimo, ya que, en un principio, la persona suele ser consciente de que algo no va bien.