Toma aire antes de conocer la planta milenaria que te ayudará desinflamar las várices y reducir la formación de coágulos

La salud es el estado donde cuerpo y mente se encuentra en armonía, es por eso que cuando sufrimos un malestar acudimos al médico para indicar si nuestra dolencia tiene cura o no. Lo cierto es que existen formas para prevenir enfermedades y malestares como una dieta equilibrada y una rutina de ejercicio físico. Pero también nos encontramos con diversos remedios naturales que son sumamente beneficiosos. 

Uno de ellos se trata del ginkgo biloba, una de las plantas medicinales más antiguas conocidas. Originario de China, este árbol milenario se destaca por sus hojas en forma de abanico, de las cuales se extraen compuestos que contienen flavonoides y terpenoides, reconocidos por sus beneficios antioxidantes y antiinflamatorios, ideales para la salud vascular. 

¿Cuáles son los beneficios del ginkgo biloba y sus contraindicaciones? 

Este ejemplar posee una enorme capacidad para ayudar a reducir la inflamación, propiedad especialmente valiosa en casos de insuficiencia venosa crónica y várices. Recordemos que las várices se desarrollan cuando las válvulas de las venas no funcionan correctamente, dificultando el retorno del flujo sanguíneo al corazón, lo que genera acumulación de sangre y la consecuente inflamación y dolor. 

También mejora la circulación sanguínea, ayudando a dilatar los vasos sanguíneos y fortaleciendo las paredes venosas. Su acción sobre el flujo sanguíneo contribuye a disminuir la presión en las venas inflamadas, aliviando así las molestias y reduciendo la visibilidad de las várices. Además, sus propiedades antiinflamatorias pueden contrarrestar la hinchazón y la sensación de pesadez característica de esta afección. Otro de los beneficios clave del ginkgo biloba es su capacidad para inhibir la formación de coágulos sanguíneos.

Eso sí, conviene decir que, debido a su acción anticoagulante, el ginkgo biloba puede no ser adecuado para personas que ya toman medicamentos anticoagulantes, ya que existe el riesgo de hemorragias. Por lo tanto, es fundamental consultar con un médico antes de iniciar cualquier tratamiento.