¿Razón para preocuparse?
Por qué algunas personas ordenan los billetes por su denominación, según la psicología
Descubre lo que esta disciplina ha determinado sobre este comportamiento, que a simple vista no parece ser algo problemático.Mantener el orden es fundamental en diversos aspectos de la vida. Por ejemplo, en el trabajo, contribuye a mejorar la productividad y facilita la toma de decisiones. Incluso pequeñas acciones, como organizar el espacio personal, seguir una rutina o clasificar los billetes por denominación, pueden tener un impacto positivo en el día a día.
Pero, ¿qué ocurre cuando este tipo de comportamientos se vuelven exagerados? Al respecto, la psicología señala que existe una delgada línea entre lo que puede considerarse una costumbre saludable y una conducta obsesiva.

Esto dice la psicología sobre las personas que ordenan los billetes por su valor
Si bien esto puede parecer una simple práctica, totalmente inofensiva e incluso una señal de organización y control, lo cierto es que la complicación surge cuando cualquier alteración en esa estructura genera una gran incomodidad o malestar en la persona.
De acuerdo con profesionales en psicología, este hábito de mantener el orden de forma reiterada, no solo al acomodar billetes, sino también en otras actividades diarias, podría estar relacionado con un trastorno obsesivo compulsivo (TOC). No obstante, es importante señalar que la manifestación de una acción obsesiva no implica necesariamente la existencia de un trastorno.

Asociaciones dedicadas a ofrecer orientación y apoyo a las personas afectadas por esta problemática definen el TOC como un trastorno de ansiedad caracterizado por la presencia de obsesiones (pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes e intrusivas), así como de compulsiones, comportamientos repetitivos que la persona se siente impulsada a realizar para reducir la ansiedad que le generan dichas ideas obsesivas.
Es por ello que los expertos hacen una clara separación entre ser ordenado y presentar formas de actuar obsesivo-compulsivas que interfieren con la vida diaria. En estos casos, se recomienda buscar asistencia profesional, especialmente cuando se dedica tiempo excesivo a llevar a cabo conductas repetitivas, al grado de mantener un esquema ritual.
AG