Toma asiento antes de conocer cuánto gana un cardenal en Vaticano

El pasado 21 de abril falleció el Papa Francisco I a sus 88 años. Entre el dolor y la consternación de los fieles de la iglesia católica y sus compañeros del Vaticano, el sacerdote argentino dejó varias entrevistas con diversos medios de comunicación para recordarlo y reivindicar sus palabras.

En una de ellas, precisamente el documental Amén. Francisco Responde, dirigido por Jordi Évole, el papa mencionó cuáles eran los salarios de los miembros del Vaticano y de dónde provienen esos fondos. Conoce cuál es el sueldo de un cardenal de la Santa Sede de la iglesia católica.

¿Cuál es el sueldo de un cardenal del Vaticano?

Según lo mencionado por el Papa Francisco I, los miembros del Vaticano poseen sueldos establecidos. Es así como los cardenales ganan un salario de aproximadamente 5.000 euros al mes. Estos fondos provienen de varias fuentes. Una de ellas es el Óbolo de San Pedro: la colecta anual de los fieles. Pero también se incluyen los ingresos provenientes de la venta de sellos y monedas conmemorativas, el turismo, las donaciones privadas y la gestión de inversiones. 

Frente a estos números, el Papa Francisco ordenó una reducción de los salarios de los cardenales y otros funcionarios del Vaticano en 2021. Su objetivo fue contribuir a solucionar la crisis financiera que agravó la pandemia de COVID-19 y la caída de los ingresos del turismo. De esta manera, el sacerdote latinoamericano quiso alinearse con una política de contención del gasto.

¿Cuánto ganaba el Papa Francisco I en el Vaticano?

El Papa Francisco I no recibía ningún salario y nadie en dicho cargo debe recibirlo, ya que a los pontífices siempre se les ha cubierto sus necesidades. Pero, además, la máxima autoridad de la Iglesia Católica siempre mantuvo un estilo de vida sencillo y austero. Así fue como renunció al uso del Palacio Apostólico como residencia y vivió en la Casa Santa Marta.

Jorge Mario Bergoglio, como realmente se llamaba, llegó al cargo de papa con un patrimonio discreto y para nada abultado (a diferencia de sus predecesores). Esto se debió a la vida sencilla que llevó antes de su pontificado. Uno de sus actos más humildes en Buenos Aires siempre fue utilizar el transporte público y vivir en un apartamento en lugar de la residencia oficial. Otro acto similar fue rechazar el uso de vehículos de lujo. En su lugar eligió un Ford Focus para sus desplazamientos en Roma.