Medida histórica
Se confirmó una feliz noticia que marca un antes y un después en Colombia
Una decisión legislativa marca un antes y un después en la historia de Colombia. ¿Qué implica esta transformación y cómo impactará en las próximas generaciones?Colombia acaba de dar un giro histórico al anular el matrimonio infantil, una práctica que hasta ahora se amparaba en el Código Civil vigente desde 1887. Esta medida coloca al país en sintonía con estándares internacionales que buscan proteger los derechos de la niñez y la adolescencia, garantizando un futuro más equitativo para las nuevas generaciones.
La decisión es un avance significativo en la lucha contra una práctica que perpetuaba desigualdades y vulneraciones, especialmente hacia las niñas. Las congresistas Clara López y Jennifer Pedraza, fueron las promotoras de esta iniciativa bajo el lema: “son niñas, no esposas”. Con la aprobación de la ley, ambas líderes destacaron la importancia de este avance y lo celebraron en sus redes sociales. Además de agradecer el apoyo de representantes de todas las corrientes políticas.
Un cambio que tomó más de un siglo
El camino para revocar esta disposición no fue sencillo. Durante décadas, organizaciones defensoras de derechos humanos impulsaron debates para eliminar esta práctica, que permitía a menores contraer matrimonio con autorización de los padres. La normativa anterior representaba un obstáculo para los derechos de las niñas, ya que, en la mayoría de los casos, las sometía a relaciones desiguales con hombres adultos.
Según datos de Unicef, en 2021 se registraron 198 matrimonios de menores en Colombia, siendo las niñas las principales afectadas. Esta realidad colocó al país en el puesto 20 a nivel mundial en uniones infantiles antes de los 15 años, y en el puesto 11 antes de los 18. La entrada en vigor de esta nueva ley busca reducir significativamente estas cifras, que reflejan una problemática alarmante.
Los retos y expectativas con la nueva ley
El proyecto aprobado por el Congreso sólo espera la ratificación del presidente Gustavo Petro para convertirse en ley. Este paso es crucial para garantizar que Colombia deje atrás una práctica que, aunque legal, era vista como una forma de vulnerar los derechos de los menores.
Con esta medida, se espera que las niñas y adolescentes tengan mayores oportunidades para desarrollarse libremente, sin verse forzadas a asumir roles adultos de manera prematura. Además, se prevé que el país mejore su posición en el índice global de matrimonios infantiles, contribuyendo a un futuro más justo y equitativo. La anulación del matrimonio infantil es más que una decisión legal: es un compromiso con el bienestar de la infancia y la construcción de un país más igualitario.