Dile adiós a las perchas con este infalible método japonés que te hará ahorrar espacio en tu armario

Los cambios de estación impactan de lleno en nuestra habitación, ya que suele ser un dolor de cabeza el hecho de tener que cambiar absolutamente todo de lugar, trasladando los abrigos y la ropa de verano. Lo cierto es que para tener un ambiente correctamente ordenado y que se respire la paz, tenemos ante nosotros un método japonés para que puedas tener tus prendas en regla.

Se trata del método KonMari, el cual tiene la capacidad de transformar la limpieza de tu hogar y ganar espacio, logrando un ambiente mucho más ordenado y armónico. Implementar los principios del método japonés te ayudará a organizar tus pertenencias de manera precisa y meticulosa, aprovechando pequeños trucos. Lo que diferencia a esta técnica de otras, es que recomiendan clasificar los objetos por categorías y colocarlos en una superficie plana para examinarlos cuidadosamente, decidiendo si conservarlos o no.

Podemos decir que esta decisión tiene como propósito único el de conservar únicamente aquellos elementos que evocan momentos felices y generan alegría. Por lo tanto, se les aconseja deshacerse de la ropa que ya no nos queda, ya que puede provocar desánimo al verla. También podría ser la de tirar la ropa interior y los calcetines desgastados, así como las bufandas y zapatos deteriorados, conservando solo lo que usas a diario. Luego de identificar estas prendas, organízalas adecuadamente en tu armario y cajones para mantener un orden constante.

Se divide el espacio interior por categorías, agrupando las camisas en un área, seguido de los jerséis, pantalones y así sucesivamente. En prendas más complejas, y para no perder hora delante de la tabla de planchar, es importante lavar la ropa en la lavadora sin llenar el tambor y colgarla inmediatamente, dejando al final las prendas más largas.

Lo cierto es que resulta ideal colgarlas directamente en la percha y dejar que se sequen eliminando el mayor número de arrugas posible con las manos. Una vez seca, vamos a agarrar estas prendas y las doblamos varias veces a lo largo hasta obtener un pequeño rectángulo.