Discusión salarial
Se confirmó cuál es la estrategia de los sindicatos para obtener un importante aumento en el Salario Mínimo 2024
La tensión entre gremios y sindicatos aumenta mientras las negociaciones por el salario mínimo se estancan. ¿Qué plan tienen los sindicatos para lograr su objetivo?.
El debate por el aumento del salario mínimo en Colombia está en un punto crítico. Las centrales obreras propusieron un incremento del 12%, una cifra que generó resistencia en el sector empresarial, representado por gremios como Fenalco. Sin un acuerdo a la vista, la posibilidad de que el aumento sea definido por decreto del Gobierno gana fuerza, lo que intensifica la tensión en las mesas de diálogo.
Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, expresó que esta postura de los sindicatos podría no estar orientada a lograr una concertación, sino a presionar para que el Gobierno intervenga directamente. Según él, el planteamiento de cifras tan altas evidencia una estrategia que no busca consenso, sino un aumento generoso a través de una medida unilateral.
¿Es posible un acuerdo entre empresarios y sindicatos?
Mientras los empresarios plantean un incremento más conservador, cercano al 6,83%, los sindicatos insisten en una cifra que, según ellos, responde al aumento del costo de vida y la inflación acumulada. Sin embargo, los argumentos de ambas partes no han logrado convencer al otro lado, dejando el panorama incierto. En este sentido Cabal declaró en los medios que si “hubieran tirado una cifra de un dígito, seguramente hubiéramos podido haber llegado, o estaríamos próximos, a una concertación”, aseveró.
El Ministerio de Hacienda sugirió que el punto de partida debería situarse alrededor del 6,2%, lo que situaría el salario mínimo en $1’380.600. Este porcentaje toma en cuenta la productividad y la inflación, pero sigue lejos del 12 % solicitado por las centrales obreras. Ante esta disparidad, la falta de consenso parece inminente.
La estrategia de los sindicatos: ¿negociación o presión?
Según Cabal, los sindicatos podrían estar apostando a que el presidente otorgue un aumento significativo por decreto, lo que sería más beneficioso para ellos que un acuerdo negociado. Esta estrategia estaría basada en mantener una propuesta alta para presionar a las autoridades, dejando a los empresarios con pocas opciones de contrarrestar.
Por ahora, con propuestas que oscilan entre el 6% y el 12%, la brecha sigue siendo considerable. A medida que avanzan los días, el tiempo para lograr un acuerdo se agota, y la intervención del Gobierno podría ser la única salida. La decisión final será crucial no sólo para los trabajadores y empresarios, sino también para el desarrollo económico del país en un escenario de alta inflación y desaceleración económica. ¿Lograrán un acuerdo o será el Gobierno quien tome la última palabra?.
