Conoce el profundo significado que esconde usar ropa color rosa para Navidad

La Navidad está cada vez más cerca y con ella se anuncia una de las tradiciones más populares como lo es el uso de ropa interior de colores para recibir Año Nuevo. Se trata de un peculiar rito, que tiene raíces profundas y combina influencias culturales, religiosas e históricas. Aunque eso sí, la tradición dice que ciertas personas en particular deben recurrir a este ritual y todo se asocia con la fertilidad.

Lo cierto es que, a medida que se desarrollan los preparativos festivos es común ver el intercambio de ropa interior rosa, especialmente para las mujeres. Los motivos son dos:

• Fertilidad y procreación: Regalar ropa interior rosa se considera un deseo simbólico de suerte en la consecución de estos objetivos que afirman la vida.
• Celebración del adviento: otra teoría vincula la tradición con el tercer domingo de Adviento, una fecha importante en el calendario católico apostólico romano. Lo cierto es que en este día, se enciende una vela rosa para significar alegría por la inminente llegada de Jesús, el hijo de Dios.

  

Por otra parte, una creencia arraigada en la cultura popular nos dice que las mujeres solteras o aquellas que aspiran a concebir se enfrentarán a una maldición si no se ponen ropa interior rosa el 25 de diciembre. Hay quienes dicen que las consecuencias frustran los objetivos de cada uno. Los expertos sugieren que la tradición navideña de la ropa interior rosa tiene tres orígenes distintos:

1. Raíces paganas: el color rosa y la fertilidad se remonta a prácticas paganas. Ofrecer ropa interior rosa se convierte en un gesto simbólico que expresa buenos deseos para el camino de la mujer hacia la maternidad.
2. Importancia cristiana: el encendido de una vela rosa durante el Adviento marca una anticipación alegre de la llegada de Jesús, un sentimiento que se hace eco en el acto de regalar ropa interior rosa.
3. Excentricidad victoriana: durante esta época, adornarse con ropa completamente rosa durante la Navidad era una práctica común añadiendo un toque de extravagancia a las festividades.